Madrid limita de nuevo el tráfico por la polución

La velocidad se reduce en la M-30 a 70 km/h y el miércoles podría prohibirse aparcar

Contaminación en Madrid

Contaminación en Madrid / JLR

MANUEL VILASERÓ / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Madrid ha vuelto a activar este martes las restricciones de tráfico contra la contaminación al superarse el umbral de concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) que marcan los protocolos. Como ya ocurrió el pasado mes de noviembre, la velocidad máxima a la que se puede circular por la M-30 y sus accesos se ha reducido de 90 kilómetros por hora a 70. Si las condiciones atmosféricas se mantienen o se agravan, el miércoles podría prohibirse el aparcamiento en las zonas azules y verdes de los siete distritos centrales de la capital, los situados en el interior de la M-30.

En la anterior ocasión, la prohibición de estacionar pilló desprevenidos a los madrileños por falta de información. La mayoría salieron de sus casas sin conocer el veto y se enteraron cuando ya estaban de camino. Al contrario de lo que ocurrió entonces, la alcaldesa Manuela Carmena ya ha alertado este martes de que es muy posible que las restricciones suban de grado. “Tenemos una situación de contaminación grave y la climatología no parece dar esperanza. Es muy posible que tengamos un episodio de contaminación muy serio y mañana no se pueda aparcar en Madrid", ha declarado.  

MATRÍCULAS ALTERNAS

La caída de los índices de contaminación permitió levantar en noviembre la medida pero si la situación empeora podría pasarse a la fase siguiente, que incluye la restricción de la circulación al 50% en días alternos según las matrículas sean pares o impares. Primero se aplicaría solo a la M-30 y sus accesos y luego en el centro.

El protocolo fue aprobado por el anterior consistorio presidido por Ana Botella pero a esta no le dio tiempo de desplegarlo. Ahora el equipo liderado por Carmena trabaja en la redacción de una nueva normativa, que sería aún más restrictiva.

La denominada 'boina gris' suele aparecer en Madrid cada vez que se da una situación anticiclónica duradera pero durante los 30 años de gestión municipal del PP, nunca se habían tomado medidas. En una ocasión, incluso, el consistorio disfrazó los datos situando los medidores en zonas menos contaminadas.