Madrid impulsa un plan contra el acoso en las empresas tras la agresión sexual en Mercamadrid

El pleno del Ayuntamiento de Madrid aprobó este miércoles por unanimidad, a iniciativa del PSOE, que las empresas municipales tengan que incorporar en un plazo de seis meses planes contra el acoso sexual que se harán extensivos a las subcontratadas por aquéllas, para evitar casos como el denunciado por una trabajadora de una compañía externa a Mercamadrid.

La portavoz del PSOE en el Consistorio, Purificación Causapié, relató las cosas que tuvo que oír Laura, la trabajadora de una empresa subcontratada en Mercamadrid que denunció meses de acoso sexual, por parte de sus compañeros, lo interpretó como muestra de desigualdad de género y denunció que se infravalore este problema y se entienda como broma lo que es una agresión. Por eso, defendió planes que incluyan a sindicatos y el resto de agentes implicados en las empresas.

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LOS PLAZOS

La delegada de Políticas de Género y Diversidad, Celia Mayer, coincidió con el diagnóstico de Causapié y la necesidad de una intervención del Ayuntamiento, ante lo que estima una inacción de los gobiernos municipales anteriores desde la Ley de Igualdad de 2007, pero rechazó el plazo de seis meses contemplado en la iniciativa por inviable, dado que muchas empresas son mixtas y hace falta contar con el resto de socios y también con los representantes sindicales. Por eso, propuso una transacción al PSOE en el que se sustituyera ese plazo por la coletilla "a la mayor brevedad posible".

Causapié se negó a dejar el plazo abierto en la "incertidumbre" para que la empresas trabajen ya y Mayer contestó que harán todo lo que puedan.  

ASÍ FUERON LOS HECHOS

Los hechos fueron denunciados por Luisa, una joven bióloga que trabajó ters meses en una subcontrata: "Fantaseaban con agredirnos sexualmente y nos lo decían". Según la 'Cadena Ser', el hostigamiento machista que sufrió esta trabajadora ha alertado sobre el clima generalizado que se vive en esta compañía.

Las perseguían para pedirles el teléfono, las llamaban "putitas" o "guarras", les molestaban con frases como "a dónde vas tan solita" o "a tu compañera le metimos mano entre los palés", se queja. La situación se hizo sostenible cuando acudieron a la subcontrata a denunciar, ya que la firma minimizó las agresiones verbales.