REACCIONES AL PROYECTO DE CASINO EN EL DELTA DEL LLOBREGAT

Los sindicatos rechazan «ponerse de rodillas» ante Eurovegas

FIDEL MASREAL / CRISTINA BUESA
BARCELONA

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No es oro todo lo que reluce. Ajenos al entusiasmo que hasta ahora ha mostrado la Generalitat por el proyecto Eurovegas, los sindicatos alertaron ayer contra las sombras que puede esconder el proyecto. La primera: la precariedad laboral. Los líderes en Catalunya de UGT, Josep Maria Álvarez, y de CCOO, Joan Carles Gallego, temen que el proyecto pivote sobre la «lógica de la especulación», vinculada al sector de la construcción, denunció Gallego.

El ugetista Álvarez, que se mostró convencido de que la propuesta habría tenido muchos más detractores si la situación económica fuera otra, pidió a las administraciones y agentes sociales, «que no se pongan de rodillas» ante las promesas de Sheldon Adelson, el inversor propietario del imperio Sands Corporation.

Si finalmente Eurovegas recala en Barcelona, que lo haga cumpliendo las leyes, desde las laborales hasta las medioambientales, reclamaron ambos sindicalistas, que participaron en una jornada sobre la reforma laboral. En ese mismo foro, el presidente de Foment del Treball, Joaquim Gay de Montellà, defendió el proyecto, que considera necesario para el país. Lejos de criticar la iniciativa, Gay de Montellà animó al Govern a luchar por él: «El país necesita grandes eventos y grandes proyectos, y este es uno».

NO ES EXCLUYENTE / Eurovegas no impedirá que en Catalunya sigan desarrollándose «una industria avanzada, la investigación, la universidad y la innovación». Lo dijo ayer el presidente Artur Mas, para quien el paradigma es California. Allí, dijo Mas, «puede ser tan importante Silicon Valley como Hollywood», afirmó.

Y es que para el presidente del Govern el complejo permitirá «convertir Barcelona y, por extensión, toda Catalunya en el primer centro turístico de Europa, de largo, por encima de París y de Londres», dijo. Mas aseguró que «se trata de construir hoteles, restaurantes, comercios, centros de ocio, espectáculos y convenciones de todo tipo. Y esto es atraer a un tipo de turismo que no es el de borrachera, sino del que deja dinero».

Elconsellerde Interior, Felip Puig, insistió también ayer en los argumentos turísticos para avalar el complejo, aunque admitió que todavía no se han planteado las necesidades de seguridad que podría tener. «Es igual que si habláramos del

Barça. Prefiero tener que destinar 300 mossos a un partido de la Champions que no que el Barça esté en segunda división», agregó. Y a continuación, a la espera de la decisión que se tome sobre el proyecto, reveló que la seguridad «no es objeto de una preocupación especial». Por su parte, el titular de Territori i Sostenibilitat, Lluís Recoder, dijo: «En el proyecto, la única cosa que puede tener en común Las Vegas con Catalunya es el nombre».