Los radioaficionados catalanes entran en la red de emergencias

CARMEN JANÉ / BARCELONA

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Cuando hay una emergencia, las comunicaciones por móvil o fijo fallan, o se va la luz, la comunicación por radio se convierte en imprescindible. Pregunten, si no, en Nepal, o en Estados Unidos, sin ir más lejos. Pues hasta el pasado 7 de mayo, la Conselleria d'Interior, de la que depende Protecció Civil, y la de Empresa i Ocupació, de la que depende la dirección general de Telecomunicacions, no han firmado un protocolo con las principales asociaciones de radioaficionados de Catalunya para clarificar cómo articular su trabajo en un caso de emergencia. La Generalitat es la administración que concede las licencias para operar y tiene competencias sobre el sector desde el 2008. El martes pasado hubo una primera reunión en la que se comenzaron a abordar aspectos prácticos para la colaboración, como los requisitos técnicos, la capacitación de los voluntarios o la oferta de formación al colectivo para que puedan coordinarse con otros cuerpos de seguridad y con Protecció Civil.

«No vamos a inventar nada, solo pedimos que se apliquen protocolos que funcionan en otros países y fijar unos equipos mínimos», explica Enric Fraile, profesor universitario en La Salle y portavoz de las tres principales asociaciones de radioaficionados de Catalunya ante la Administración: la Unión de Radioaficionados Españoles, la Federació Catalana de Radioaficionats y la Unió de Radioaficionats de Catalunya. «Queremos ofrecer nuestros conocimientos en caso de catástrofe, cuando no funcione nada, porque nosotros con un equipo mínimo podemos comunicarnos en minutos. Cuando todo vuelve a funcionar nos retiramos. Queremos ser una ayuda, nada más», explica Fraile, antes de recordar la ayuda de los voluntarios en catástrofes como los recientes terremotos de Nepal.

INTERLOCUTOR VÁLIDO / La Generalitat justifica que el acuerdo haya llegado en el 2015 y no antes en que se ha hecho «cuando se ha creído necesario y ha habido un acuerdo entre las partes, que por cierto no ha sido difícil», asegura un portavoz. Fuentes de Interior y de Empresa i Ocupació atribuyen el retraso, además de a los cambios en el ámbito de la gestión administrativa de las telecomunicaciones, a la falta de representación del colectivo, que tiende a ser «heterogéneo y atomizado».

«Como por suerte en Catalunya no hay terremotos, pues no han tenido prisa, y ojalá que no nos tengan que necesitar nunca», señala Joan Olesti, presidente de la Unió de Radioaficionats de Catalunya.

INCENDIOS O VENDAVALES / Fuentes próximas a la secretaría de Telecomunicacions valoran una posible intervención de estos voluntarios en casos como grandes incendios o «cuando un vendaval puede tumbar varias torres eléctricas en cadena y se pierde la comunicación móvil en algunas zonas. «A veces también hay problemas de comunicaciones por interferencias en tormentas intensas. También sería un caso. En Estados Unidos lo tienen muy trabajado, porque allí hay mucho territorio y las operadoras de telefonía no lo cubren todo», aseguran.

La reunión de este martes abordó también cómo difundir los mensajes de alertas entre los radioaficionados que se ofrezcan voluntarios para ser llamados (que serán organizados por áreas terriotriales), la composición de la comisión de seguimiento del acuerdo, que en principio es por dos años, y la formación periódica y específica que recibirán estos voluntarios. En el conjunto de España, Protección Civil española cuenta con la Red Radio de Emergencia, de voluntarios, desde hace años.

Catalunya, que no tiene cobertura de telefonía móvil total, tampoco suple este déficit con el sistema de emergencias de los Mossos d'Esquadra o los Bomberos, Rescat. Este, basado en tecnología Tetra, presenta, según fuentes de Telecomunicacions, zonas de sombra «porque la cobertura total solo se tendría por satélite y tendrían que ir los mossos con antenas».