Los pediatras piden que el informe de P3 sea para todas las escuelas

Alumnos de P3 se sientan formando un corro en el suelo en su clase del colegio público de Antoni Gaudí de Cornellà, el pasado enero.

Alumnos de P3 se sientan formando un corro en el suelo en su clase del colegio público de Antoni Gaudí de Cornellà, el pasado enero.

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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¿Por qué unos sí y otros no? Asociaciones de padres de alumnos y pediatras reprocharon ayer a la Conselleria d'Ensenyament su decisión de que solo los estudiantes que se matriculen en P3 en colegios situados en entornos desfavorecidos tengan que entregar un informe pediátrico en el momento de la inscripción para el próximo curso. La medida debería ser universal, porque agilizará la detección precoz y tratamiento de posibles dificultades de aprendizaje, como defiende la Sociedad Catalana de Pediatría. Para otros, en cambio, tendría que ser retirada, por discriminatoria y porque solo busca «construir una cortina de humo con la que ocultar la ineficacia y falta de voluntad de la Generalitat para luchar contra la desigualdad en las escuelas», denunció ayer la Fapac.

La presión de los pediatras -y de otras organizaciones como la Fapaes- llevó ayer a la 'conselleria' que dirige Irene Rigau a ampliar sus previsiones iniciales y a incluir en el plan, no solo a los 7.000 alumnos de las denominadas escuelas de alta complejidad socioeconómica previstas en un primer momento, sino también a los de colegios rurales y a los que estudian en los centros participantes en el programa Salut Integral de la Fundació SHE, que tutela el cardiólogo Valentí Fuster. Eso sumará, en total, a unos 10.000 estudiantes. El propósito, informo el departamento, es que la medida se vaya implantando «de forma progresiva» en todas las escuelas catalanas.

PROBLEMAS LOGÍSTICOS

Para la Sociedad Catalana de Pediatría, la idea de Ensenyament es, a priori, una buena idea. El problema, lamentan los especialistas, es que su impacto va a quedarse corto si solo se aplica en este pequeño grupo inicial. «Tendría que ser una medida universal, aunque entendemos que quizás desplegarla de una sola vez para todos los centros educativos ocasione algunos problemas logísticos», observó ayer el presidente de la entidad, Ferran Moraga-Llop.

La primera noticia que los pediatras supieron del proyecto de Ensenyament fue hace apenas dos semanas, cuando la conselleria que dirige Rigau les habló por primera vez de sus intenciones. Por eso, el contenido del informe aún no está definido, justificó el presidente de los pediatras catalanes. «En todo caso, será estrictamente confidencial, de acuerdo con el código ético médico. Los pediatras solo se lo entregarán a los padres de los menores, para que sean estos quienes, a su vez, voluntariamente lo entreguen en el colegio», dijo Moraga-Llop.

Para la Fapaes, que apoya la universalidad de este informe pediátrico escolar, el problema es que «una decisión de esta importancia debería de ir acompañada de más recursos por parte de la Generalitat: fondos para formar a los maestros, pero también para dar más formación e implicar a las familias en las cuestiones que afectan al aprendizaje de sus hijos», señaló el portavoz de la federación, Pere Farriol. «En el fondo, esta no deja de ser una medida anecdótica, que una vez más, no va al fondo de los problemas reales de la escuela», lamentó Farriol.

Mucho más contundente fue la Fapac, que calificó la decisión de «clasista, injustificada y abusiva», ya que, en su opinión, «discriminará aún más a las familias sin recursos y a las escuelas situadas en zonas desfavorecidas». La entidad anunció medidas judiciales cuando Ensenyament «ponga los fundamentos jurídicos de la medida por escrito» y llamó a los padres de los menores que han de empezar P3 el próximo septiembre a desobedecer las instrucciones de la 'conselleria'.