PELIGRO MARINO

Los peces que pueden morderte en el Mediterráneo

Cualquier ataque a un bañista se atribuye a un tiburón, pero casi nunca existen pruebas

El tiburón capturado en Port de la Selva.

El tiburón capturado en Port de la Selva. / periodico

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / BARCELONA

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El tiburón es siempre sospechoso de un mordisco en las costas catalanas. Pero lo cierto es que casi nunca existen pruebas que permitan atribuir a este animal el ataque. Las costas catalanas son extremadamente tranquilas para los bañistas y el mordisco recibido por un bañista a principios de septiembre en Salou es una rara excepción. Pese a que las sospechas se han dirigido a una tintorera, un tipo de tiburón relativamente habitual en las costas (casi nunca en la orilla), lo cierto es que es aventurado culpabilizar a este animal del ataque y suele desatarse la polémica sobre el asunto entre los aficionados a la pesca. Cuatro son fundamentalmente los grandes peces capaces de propinar un mordisco a un bañista en determinadas situaciones especiales: los meros, las servias, los tiburones y las barracudas.

Cualquiera de esos ataques se producirá por la defensa de un territorio o por confusión con una presa. En el caso del bañista de Salou, se encontraba a unos 100 metros de la orilla sobre una colchoneta. Al chapotear podría darse la circunstancia de un mordisco, pero los tiburones raramente se acercan a la orilla, y menos de día.

SERVIA

Las servias, palometones o anjovas pueden llegar a propinar un mordisco, especialmente en situaciones de aguas agitadas en la misma orilla. Son habituales especialmente al final del verano donde aprovechan para cazar en zonas de superficie. Los ataques a bañistas en la costa catalana podrían deberse a este animal, que puede llegar a tamaños considerables y son depredadores muy activos.

BARRACUDA

También las barracudas son habituales en las zonas someras a cierta distancia de la orilla y pueden llegar a morder, especialmente si se lleva un reloj o un objeto reluciente, que atrae su mirada con facilidad. Son muy difíciles de ver desde una embarcación ya que se mueven de manera rápida y su forma estrecha y alargada les mimetiza con el fondo. Su mandíbula es muy grande con respecto a su tamaño. Así, un espetón de poco más de un metro puede propinar un mordisco realmente importante y parecer que corresponde en realidad a un tiburón de tamaño medio (aunque los dientes de la barracuda son finos y afilados).

MERO

Los meros, especialmente los de mayor tamaño, suelen atacar de abajo arriba pero no muerden, tragan casi entera a su presa, por lo que sería descartable el ataque de un mero en el caso del muchacho de Salou (ver el vídeo espeluznante de un mero gigante comiéndose un tiburón que fue viral en los últimos días en internet). El mordisco de un mero podría dejar el rastro de un arañazo más o menos profundo en el caso de que los dedos entrasen en su boca. 

TIBURONES

Los tiburones son raros. Dificilmente encontrarás pescadores submarinos que hayan visto un tiburón en las costas catalanas, pero si pescadores desde embarcaciones que los han capturado. Los avistamientos en la costa de Tarragona en los últimos tiempos eran de animales en pésimo estado de salud, pero en cualquier caso un tiburón, sea una tintorera o de otro tipo, de 2,5 metros de longitud, es un animal respetable y peligroso si es molestado. En la foto de inicio de la página el tiburón zorro capturado en mayo, arriba una tintorera. 

OTRAS AMENAZAS EN LA COSTA

Otro tipo de animales pueden hacer daño a los bañistas, la mayoría de las ocasiones tras una mera actitud defensiva. El pez araña, si es pisado, requerirá el suministro rápido de amoniaco para calmar los efectos del veneno. También puede picar una escórpora o cabracho, con efectos similares al del pez araña.

La morena, habitual en zonas rocosas de la orilla, puede propinar un doloroso mordisco. Puede ocasionar daños la raya con su aguijón si es molestada mientras nada o si se pisa. La tembladera, otro tipo de raya, puede poner los pelos de punta tras una descarga eléctrica (son más habituales en el Cantábrico). Al final, los erizos y las medusas son los que más fastidian el baño.