Los niños del bocadillo

Bocadillo para desayunar a la hora del patio. Y bocadillo también a la hora de comer. Este ha sido el menú de los últimos dos días de una decena de escolares de núcleos agregados del Urgell, cuyos padres se niegan a pagar el servicio de comedor escolar del que han disfrutado desde principio de curso por considerarlo discriminatorio. El martes su almuerzo fue pan con jamón y ayer, rebanadas de pan de payés con lomo. Fue una profesora de la escuela de Sant Martí de Riucorb quien por instrucciones del departamento de Ensenyament compró los bocadillos en un bar cercano al colegio.

Y es que la empresa de cátering que suministra la comida a muchos centros escolares de Lleida, Alessa, entre los que se encuentra este de la comarca del Urgell, ha cumplido su ultimátum: si no se paga, no hay menú.

La familia Carnisser tiene tres hijos, de 9, 7 y 3 años. Vive en Rocafort de Vallbona, a unos cuatro kilómetros del centro educativo donde los pequeños cursan los estudios. Los padres se resisten a ceder en su reivindicación y se niegan a que los niños lleven fiambrera al colegio. También se oponen a facilitar el número de cuenta para pagar las comidas. «Si la Administración considera que son niños transportados [obligados a desplazarse para asistir a la escuela], pedimos que el transporte escolar los traiga a casa para comer y los devuelva a la escuela a las tres de la tarde», afirmó la madre, quien asegura que compensa con la cena lo que ahora sus hijos no comen en la escuela.

El director de los servicios territoriales de Ensenyament en Lleida, Miquel Àngel Cullerés, afirmó ayer que no alargará más esta situación. «No es nuestra responsabilidad garantizar el servicio de comedor sino que esta recae en los padres, que no tienen ninguna excusa para no pagar», aseguró. En la misma línea se pronunció ayer la presidenta del Consell Comarcal del Urgell, Rosa Maria Mora, quien pidió a los padres un «esfuerzo» para pagar la mitad del menú (3,10 euros diarios por alumno), ya que la otra mitad lo sufraga la Diputación de Lleida. Precisamente Mora se reunirá esta tarde con las familias afectadas para encontrar una solución a un conflicto que se remonta al inicio del curso.

La normativa no les ampara. Esta establece que el servicio de comedor es gratuito solo para los escolares que cambian de municipio. Sin embargo, hasta este curso Ensenyament había asumido la totalidad del coste también para los alumnos de núcleos agregados. Este año, las maltrechas arcas públicas han acabado con esta política.

Este problema afecta a 700 escolares de núcleos agregados de la Alta Ribagorça, Urgell, Segarra, Noguera, Pallars Sobirà y Pallars Jussà. Solo los padres de la Alta Ribagorça accedieron hace dos semanas a pagar el servicio ante la amenaza de la empresa de cátering de no dar comida a los pequeños. En el resto de escuelas, las ampas están asumiendo el gasto de las comidas, pero todo indica que esto no durará muchos días más.