HALLAZGO EN LA CUEVA DE GORHAM, EN GIBRALTAR

Los neandertales también creaban arte

Un grabado confirma la capacidad de la especie para el simbolismo

El grabado localizado en Gorham.

El grabado localizado en Gorham.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

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Un pequeño grabado formado por un conjunto de rayas paralelas y rayas perpendiculares que fueron esculpidas de forma deliberada en el suelo, hace como mínimo 39.000 años, es el primer caso demostrable de diseño abstracto atribuido a los neandertales. Este arte primitivo, si puede llamarse así, se ha localizado en la cueva de Gorham, en Gibraltar, donde en las últimas décadas han aparecido diversas herramientas líticas características de la especie.

Los detalles del descubrimiento, en el que han colaborado investigadores británicos, españoles, franceses y noruegos, se publicaron anoche en la revista PNAS.

Como definir «arte» es algo sumamente complejo, los autores se refieren al grabado como fruto de «una capacidad de pensamiento simbólico» o de interés por «la transmisión de conocimiento». «Está claro es que esto no es fruto del azar, sino que hay una evidente intencionalidad», resume uno de los firmantes del estudio, Jordi Rosell, arqueólogo del IPHES (Institut Català de Paleoecologia Humana, en Tarragona). «No puede haberse creado como resultado de otra actividad, como curtir pieles o cortar alimentos», pone como ejemplo. En el grabado, que mide como la palma de un mano, las diversas líneas se cruzan formando cuadrados con un aspecto similar al del juego del tres en raya.

SIMBOLISMO / Hasta ahora se pensaba que esta capacidad para el simbolismo era exclusiva de los Homo sapiens, cuya llegada a Europa supuso (o al menos coincidió) con la extinción de los neandertales. «Este tipo de representaciones abstractas sin funcionalidad aparente es exclusivo de mentes con capacidad de abstracción -explica el científico del CSIC Juan José Negro, de la Estación Biológica de Doñana-. Se trata de un elemento cultural, de un fenómeno equiparable a una obra de arte».

La costra mineral que cubrió los surcos del grabado, y que se depositó lógicamente después de las incisiones, ha sido datada en 39.000 años, por lo que las líneas tienen como mínimo esa edad. La datación es consecuente con un periodo en el que Gorham estuvo habitada por neandertales. «Es difícil saber lo que pretendían decir los neandertales con estos grabados», concluye Rosell. Una opción sería que las líneas fueran una especie de mapa, «pero por ahora todo son elucubraciones».