Los Mossos imputan al piloto de la descarga de agua

 Los Mossos que investigan el accidente ocurrido el martes en el aeródromo de Empuriabrava (Alt Empordà), en el que resultó gravemente herido el fotógrafo aéreo belga Bruno Brokken tras exponerse voluntariamente a la descarga de 1.500 litros de agua de una avioneta antiincendios. El piloto de la nave ha sido imputado por un delito de lesiones por imprudencia, penado con hasta seis meses de cárcel y hasta cuatro años de inhabilitación profesional.

La policía catalana, que cuenta con el asesoramiento de la Unidad de Medios Aéreos del cuerpo, está revisando las circunstancias del vuelo y haciendo un peritaje de los mecanismos de la nave para aclarar lo sucedido. Algunos de los testigos que presenciaron el incidente han explicado que el avión sobrevoló las instalaciones del aeródromo a muy baja altura y que pasó rozando sus edificaciones. También intentan determinar cómo se produjo la maniobra de descarga del agua y si la compuerta del depósito de la nave fue abierta de la manera correcta.

Mientras tanto, fuentes del Hospital Josep Trueta de Girona, en cuya uci está ingresado el herido, informaron de que Brokken está evolucionando favorablemente y, aunque continúa intubado y con respiración asistida, el equipo médico que lo atiende ha podido comprobar que no tiene ningún órgano interno afectado.

Llamamiento a la prudencia

El hecho de que el accidente del fotógrafo belga se haya producido cuando, según el gerente del aeródromo de Empuriabrava, intentaba emular el reto de la campaña contra la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) ha disparado las alarmas entre las asociaciones de afectados, que han hecho un llamamiento a los participantes para que eviten acciones arriesgadas que puedan ponerles en peligro.

El Ice Bucket Challenge se ha convertido en un fenómeno mundial en las últimas semanas. Adriana Guevara, presidenta de AdELA (una de las organizaciones de afectados de ELA que existen en España), calcula que  su asociación ya ha recaudado gracias a la campaña "más de 25.000 euros". No obstante, pide precaución: "El accidente del martes se debió a una imprudencia por parte del fotógrafo y de su amigo. El desafío no es peligroso si se realiza normalmente solo se tiene que usar el sentido común y no hacer cosas peligrosas", añadió Guevara.

La campaña ha causado varias víctimas en todo el mundo debido a la competición que se ha desatado en las redes sociales para conseguir el vídeo más espectacular realizando un lanzamiento de agua.