EL DEBATE SOBRE UN MERCADO EMERGENTE

Los lastres de los alimentos ecológicos

Sede en Mercabarna de Hortec, una cooperativa de frutas y verduras 'eco'.

Sede en Mercabarna de Hortec, una cooperativa de frutas y verduras 'eco'.

TERESA PÉREZ / BARCELONA

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Los productos ecológicos no llegan al gran público. El elevado precio y la mala distribución impiden el auge de un sector que empezó a despuntar debido a la inquietud que provocó en los consumidores el desastre alimentario de las vacas locas. Este mercado padece una contradicción: España es el primer país europeo y el quinto del mundo en superficie agraria ecológica (lo que significa 1,6 hectáreas de cultivo) y, sin embargo, es el noveno en gasto con tan solo 20,9 euros anuales por habitante frente a los 177 de Suiza. Estos datos se desprenden de un informe realizado por la empresa AAD y encargado por Mercabarna y que acaba de presentarse en Barcelona en una jornada sobre productos ecológicos.

Únicamente el 20% de los artículos que se venden en España están en las estanterías de supermercados y grandes superficies --en Alemania es el 80%--, el resto se comercializa en tiendas especializadas. Ricard Madurell, uno de los autores del informe, hace autocrítica: "No somos capaces de llevar el producto ecológico a los súpers y el modelo de comercio especializado no está al alcance de la mayoría de la población".

TELEFONILLOS

Hay que estar ojo avizor porque si no hay una correcta distribución "pueden aparecer prácticas en canales alternativos, fuera de los legales". El sector puso el acento en la defensa de las buenas prácticas y en evitar los casos de picaresca. Estadísticamente las quejas que se presentan en la Agència Catalana de Consum por deficiencias en este sector «son insignificantes». Lo mismo sucede con las más de 3.000 inspecciones que realizó el año pasado el Consell Català de la Producció Agraria Ecològica en las que solo se detectaron 40 irregularidades.

El producto ecológico tiene, además, otro problema añadido que impide su expansión: son entre el 15% y el 40% más caros, según el artículo, que la alimentación convencional. Según Madurell "los precios solo bajarán cuando haya más competencia". Joan Huguet, copropietario y director de la bodega Can Feixes, justificó el precio porque "producir agricultura ecológica cuesta casi el doble, si no se paga no es posible. No hay milagros» y remató «la gente tiene que gastar más en alimentación y menos en telefonillos". El sector tiene claro que la alimentación ecológica no puede ser un refugio para consumidores elitistas.

También un estudio del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente incide en el problema. La gente no compra la gama eco porque sale cara y, además, la disponibilidad es baja "no hay donde yo compro", afirman los encuestados.

El sector critica que "no hay oferta suficiente y con suficiente regularidad". Un ejemplo es el pollo, que se sacrifica dos días por semana. "Hay pocos mataderos de porcino y pollo ecológico y hay que sacrificar por días de la semana", señala Daniel Valls, presidente del Consell Català de la Producció Agrària Ecològica.

Antonio López, responsable nacional de producto ecológico del grupo El Corte Inglés, analizó el sector y reconoció el rechazo del consumidor "a la comida sospechosa. La gente quiere saber qué se mete en el cuerpo". López afirmó que el sector tiene "un crecimiento importantísimo y aunque los precios han bajado, comer sano es más caro. Nuestro aval es el sabor". Los españoles compran el doble de alimentos ecológicos que hace una década.

La gente tiene que cambiar el chip y aprender a llenar el carro de la compra. "Compramos mucho y mal y hay que adquirir menos productos, pero de más calidad", reconoce Madurell. Raúl Navarro, director de ventas y marketing de Kviures, señaló «no podemos caer en la trampa del mercado tradicional. No se puede hacer producto ecológico todo el año». Las sandías son en verano y los cítricos en otoño. "La batalla del tomate está perdida, el consumidor quiere comer todo el año", señala Alfredo Resines, director del distribuidor online Doctor de Veg.

VACAS LOCAS

La comida ecológica apenas representa en España entre el 1% y el 2% del sector de la alimentación cuando, por ejemplo Suiza, está entre el 7% y el 8%. "Hemos empezado mucho más tarde que ellos. Hace 20 años ni se hablaba de alimentación ecológica", afirma Valls.

Núria Cantí, miembro de la gerencia de la empresa Hortec, destaca que el caso de las vacas locas fue el revulsivo que provocó el interés por la comida ecológica y "abrió los ojos a la gente y fue la constatación de las grandes barbaridades que hacía la gran industria alimentaria".