Los forenses consideran que los exámenes médicos que realizó el doctor acusado de abusos sexuales fueron improcedentes

Los médicos forenses que han comparecido durante el segundo día del juicio que se sigue en la Audienci de Girona contra el médico acusado de abusos sexuales por cinco pacientes han declarado que la mayoría de las exploraciones y tocamientos a las que el doctor Josep Costa sometió a las denunciantes “no fueron procedentes”, ya que no se ajustaban a los motivos por las que las afectadas acudieron a la consulta.

Entre las prácticas que no se ajustan a los protocolos establecidos, los doctores Julia Miguel y Josep Maria Casadesús destacaron la palpación de pechos que el facultativo realizó a Amada G. Q. cuando, en junio del 2009, la mujer acudió al servicio de urgencias del Hospital Santa Caterina de Salt (Gironès) tras sufrir una contusión en la zona del sacro a raíz de una caída.

Tampoco vieron justificado que realizase una exploración de la vagina a Maria B. Ll. en enero del mismo año, después de que la paciente acudiera al CAP de La Cellera de Ter porque sufría dolores abdominales a causa de una hernia y, más aún, cuando la denunciante le dijo que no hacía falta esa exploración porque hacía dos meses que había ido al ginecólogo y estaba todo bien.

A preguntas de la fiscal, los forenses insistieron, además, en que la exploración vaginal no incluye un movimiento oscilante de entrada y salida de los dedos y mucho menos “el tocamiento del clitoris”, como denunció la afectada.

Preguntas sobre la vida sexual

En el caso de Montserrat M. D., que en diciembre del 2009 fue al CAP de Angles para que su médico de cabecera le realizara un frotis con el fin de analizar el flujo vaginal, ya que sentía unas molestias, los forenses tampoco han considerado adecuado que en lugar de hacer la extracción de una muestra el acusado realizara a la paciente dos exploraciones vaginales y una anal.

Los doctores Miguel y Casadesús también descartaron que las preguntas sobre la vida sexual de los pacientes que llevó a cabo el médico acusado tuvieran algún sentido en el contexto de las dolencias por las que las afectadas acudieron a las consultas.

Por el contrario, la defensa del doctor Costa ha aportado los testimonios de una ginecóloga y de un médico experto en exploraciones físicas para señalar que todas las actuaciones del acusado estuvieron justificadas por los historiales clínicos de los pacientes y que se llevaron a cabo por la profesionalidad y la minuciosidad propia del doctor Costa.