El nuevo Pontífice heredará difíciles reformas pendientes

El sucesor de Ratzinger encontrará retos decisivos para el futuro de la Iglesia

Benedicto XVI mira una película sobre Juan Pablo II, en el Vaticano, en el 2005.

Benedicto XVI mira una película sobre Juan Pablo II, en el Vaticano, en el 2005. / MR/CCK/dh

ROSSEND DOMÈNECH / Roma

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El sucesor deBenedicto XVIdeberá afrontar complejos retos que resultarán decisivos para el futuro de la Iglesia católica.

Si el próximo Papa siguiera la línea de Joseph Ratzinger de ortodoxia doctrinal y limpieza ética (cosa que harían con toda probabilidad los papablesAngelo Scola, italiano, yMarc Ouellet, canadiense), prolongaría el pulso con los poderes enquistados en el Vaticano.

En cambio, si saliera elegido un candidato exótico como el ghanésPeter Tirkson o el brasileñoOdilo P. Scherer el contrapoder papal, la curia, podría seguir a sus anchas.

A no ser que tuviera a su lado a un conocedor de los entresijos vaticanos como el ex-Papa, enuna situación inédita. Sea quien sea el elegido por el cónclave, se encontrará con una compleja agenda de asuntos por resolver.

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