Los alcaldes que han sufrido yihadismo abogan por "integración y prevención"

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Integración, diagnóstico y prevención son los procedimientos para combatir el terrorismo islámico por parte de de los alcaldes de algunas de las principales ciudades que lo han sufrido, como Madrid, Bruselas o Trípoli.

Ellos, junto al de Montreal, han puesto hoy en común esas propuestas en la segunda jornada del Foro Mundial sobre Violencias Urbanas y Educación para la Paz, que se celebra en el distrito madrileño de Villaverde, y en la que estaba previsto que participasen los regidores de París y Estambul.

Los presentes han coincidido en destacar que, a pesar de que es una cuestión con "múltiples variables", el problema del terrorismo yihadista se basa en la "identidad".

"Muchos son jóvenes de origen musulmán que no conocen esta religión, que rechazan la sociedad occidental en la que han crecido y que buscan una identidad", ha explicado Yvan Mayeur, alcalde de Bruselas.

Jóvenes desorientados, criados en entornos muy humildes y sin un futuro prometedor que son embaucados por organizaciones terroristas para atentar en sociedades de las que no se sienten parte, hasta el punto de acabar con su propia vida.

"Demuestran un enorme desprecio por su vida y contra estas cosas ya no se puede luchar desde el sistema penal habitual, que utiliza el miedo para prevenir la violencia, porque estas personas no tienen miedo", ha señalado la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena.

"Intentamos poner fin no con violencia, sino analizando las causas y tratando de elevar el nivel de vida de estas zonas pobres para darles una oportunidad", ha aseverado Ahmad Kamareddine, alcalde de Trípoli (Líbano), ciudad a 35 kilómetros de la frontera con Siria, epicentro del combate y la radicalización de los miles de musulmanes europeos captados para la yihad.

Muchos de ellos, "jóvenes adictos a internet y con problemas psicológicos", en palabras de Dennis Loderre, alcalde de Montreal, quien ha apostado por "mostrarse abiertos, pero vigilantes, porque nadie está a salvo de que un lobo solitario atente en cualquier momento contra la sociedad".

Los bombardeos como respuesta a la amenaza islámica por parte de las potencias europeas y Estados Unidos son "terribles", en opinión de Manuela Carmena, quien ha asegurado que "las autoridades no pueden demostrar la misma actitud que los terroristas".

En ese sentido, la alcaldesa ha puesto como ejemplo la reacción de Madrid después de los atentados del 11 de marzo, cuando se "apostó por el derecho y por la razón, juzgando y condenando a los responsables".

Los alcaldes también han coincidido en que las soluciones que se avecinan desde la política europea "son tan problemáticas como el de la identidad de los terroristas", en referencia a las elecciones francesas y a un posible escenario en que la extrema derecha se haga con el poder en el país.

"Cerrar fronteras sería un error, hay que buscar la prevención, el diálogo y, sobre todo, la cooperación entre ciudades", ha explicado el senador en Berlín Andreas Geisel, quien ha realizado una breve intervención desde el público.

Por su parte, el alcalde de Trípoli ha querido dejar claro que "el problema no es el islam ni tampoco se puede generalizar. El problema son las personas".

Y ha asegurado, por último, que, "si un cuarto del dinero dedicado a la seguridad se dedicara a buscar las causas del problema, sería una inversión mucho más productiva".

aca/ram