OPERACIÓN POLICIAL CONJUNTA EN EL EXTRANJERO

Liberada en Bolivia una niña de 9 años secuestrada en L'Hospitalet

MAYKA NAVARRO
MADRID

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Una operación policial conjunta de la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra permitió liberar la madrugada de ayer a una niña de 9 años, de origen marroquí, nacionalidad española y residente en L'Hospitalet de Llobregat, secuestrada hace siete meses en Barcelona y trasladada por su captor a Bolivia. Unidades de la policía y el Ejército  bolivianos, junto a varios guardias civiles del grupo central de secuestros, detuvieron al captor y liberaron a la pequeña, que al cierre de esta edición ya había sido trasladada a la ciudad de Cochabamba, donde estaba siendo sometida a un examen médico, antes de su viaje de regreso a España.

La investigación, extremadamente compleja, ha sido dirigida por un juez de L'Hospitalet de Llobregat, que anoche mantenía el secreto de las actuaciones. Hace siete meses, los padres acudieron a la comisaría de los Mossos d'Esquadra de L'Hospitalet para denunciar que su hija de 9 años había sido secuestrada. Los progenitores contaron que un conocido de la familia, de 35 años y nacionalidad boliviana, se había llevado a la niña de «vacaciones», pero no había regresado.

DE LA MANO DE SU VERDUGO / La denuncia fue trasladada a la unidad central de secuestros y extorsiones de los Mossos d'Esquadra. Los investigadores dieron prioridad al caso. No tardaron en comprobar que el sospechoso había abandonado España con la niña por vía aérea. Las imágenes de las cámaras de seguridad de un aeropuerto descubrieron a la víctima de la mano de su captor, abandonando el país.

En el momento en el que la víctima fue trasladada fuera de España, los Mossos d'Esquadra tuvieron que solicitar al juez que dirige la investigación la colaboración de un cuerpo policial de ámbito estatal, con competencias para trabajar en el exterior. El elegido fue el grupo central de secuestros de la Guardia Civil. A diferencia de la policía autonómica, aquel sí tiene autorización para trabajar en el exterior. Aunque en este caso no fue sencillo.

La primera dificultad fue localizar a la menor en Bolivia. La policía boliviana aseguró que se dedicaba al caso absoluta prioridad, pero no llegaban los resultados. El peso de la investigación recaía en la unidad central de los Mossos d'Esquadra, ubicada en el complejo policial Egara, en Sabadell, desde donde se localizó a un familiar del sospechoso, a cuyo teléfono llegó un día una llamada providencial. Esa llamada, desde Bolivia, permitió dibujar un área para investigar. El problema es que ese área estaba en mitad de la selva del Amazonas boliviano. Una zona, además, fuera de todo control gubernamental, y bajo la tutela de grupos paramilitares y de la guerrilla.

A partir de ese momento, la Guardia Civil envió varios requerimientos a las autoridades bolivianas para que se autorizara el viaje hasta el país andino de varios miembros del grupo de secuestros. El permiso tardó más de lo habitual, hasta que se recurrió a gestiones diplomáticas, al margen de las policiales, para conseguir esa autorización.

ASENTAMIENTO INDÍGENA / Con los guardias civiles en el terreno, coordinados con los Mossos y el juez de L'Hospitalet, las gestiones se aceleraron. La menor fue localizada en un asentamiento indígena en la selva. Su captor se había casado con ella y la trataba como a su mujer.

A partir de ese momento, la prioridad de los investigadores fue rescatar a la pequeña de esa situación. No fue fácil. La operación de rescate se activó a las cuatro de la madrugada de este sábado, hora española. En ella participaron helicópteros y unidades del Ejército y la policía de Bolivia, además de los guardias civiles trasladados hasta el país.

El hombre fue detenido y la joven, rescatada. Tras ser trasladada a la ciudad de Cochabamba, donde fue sometida a un primer examen médico, en las próximas hora viajará a España, para reencontrarse con su familia. La investigación sigue abierta. Y en Bolivia, donde el caso ha despertado una gran expectación, el ministro del Interior tenía previsto celebrar una rueda de prensa con los guardias civiles antes de que estos regresaran a España.