Una ley a medida permitirá encajar El Bulli Foundation en Cap de Creus

El Bulli Foundation tendrá una ley propia, a medida. El crecimiento de las instalaciones previsto en el último proyecto que el chef Ferran Adrià ha presentado a la Generalitat, con una ampliación de 3.132 metros cuadrados  sobre los 218 del plan inicial y los 545 del segundo diseño, han obligado al Ejecutivo catalán a impulsar una normativa específica para hacer posible el encaje del centro de investigación gastronómica que apadrinan Juli Soler y el prestigioso cocinero catalán en la cala Montjoi, una zona protegida situada en pleno parque natural del Cap de Creus, en Roses (Alt Empordà).

El visto bueno del Gobierno catalán al aumento de la edificación, cuya superficie construida incrementará en un 280% la del restaurante original (el primer proyecto la aumentaba el 20% y el segundo, el 50%), conllevará dos grandes contrapartidas, según ha confirmado el propio Ferran Adrià a este diario: la donación de las instalaciones a la Generalitat en un plazo que debe acordarse y la integración de las construcciones en el entorno natural del parque, ya que los nuevos edificios, proyectados por el arquitecto Enric Ruiz-Geli, estarán semienterrados en las laderas que rodean la cala, a modo de terrazas, con el fin de minimizar el impacto paisajístico. Una particularidad que no se contemplaba en los dos proyectos anteriores.

El pasado noviembre, el Ejecutivo catalán aprobó la memoria preliminar del anteproyecto de ley que declara El Bulli Foundation una actuación de interés público, lo que permitirá salvar la excepcionalidad que supone su construcción dentro del parque natural. La Generalitat entiende que la iniciativa de Adrià es un proyecto «de país» y destaca que contribuirá «a la internacionalización de la cultura catalana y a la proyección y promoción de Catalunya y del Alt Empordà». Fuentes de la Conselleria de Territori indican que la aprobación de la memoria fue el primer paso para redactar un anteproyecto de ley ad hoc que en breve llegará al Parlament.

ESPACIO PROTEGIDO / «Técnicamente es mejor crear una ley específica que modificar todas las demás», confirman estas fuentes, ya que la ampliación que se propone no se puede llevar a cabo en el marco legal urbanístico vigente. El proyecto afecta a una decena de normativas, entre ellas la ley de espacios naturales; la ley de protección del Cap de Creus, el plan territorial parcial de las comarcas de Girona, el plan director urbanístico costero y el POUM de Roses.

Aunque en la zona hay un consenso generalizado sobre la importancia y el beneficio que puede reportar a Catalunya la nueva iniciativa de Adrià, el crecimiento del proyecto ha disparado la alarma entre las plataformas ecologistas y ha desencadenado algunas críticas y objeciones en partidos como ICV y la CUP.

Barbara Schmitt, portavoz de Salvem l'Empordà, ha reconocido que los ecologistas están «asustados» tras conocer la nueva ampliación que se ha hecho pública. Además del crecimiento de las instalaciones, les preocupa que se quiera construir un centro de exposiciones, en el que se mostrará el legado y la evolución de el restaurante El Bulli. «Con la capacidad de arrastre que tiene Adrià, será el segundo museo Dalí de la comarca. En Roses hay otros sitios donde poder construir un museo», insistió Schmitt, que solicitó que se lleve a cabo un minucioso estudio de impacto ambiental.

Las reticencias de ICV (que no obstante apoya el nuevo equipamiento) y la CUP se dirigen sobre todo a la posibilidad de que la excepcionalidad que se aplica a El Bulli Foundation pueda extenderse en el futuro a otras iniciativas similares en espacio protegidos. «Si se hace una excepción con Adrià, por qué no se puede hacer con otros personajes célebres», cuestiona Marc Vidal, diputado de la formación ecosocialista, que aunque respalda el proyecto  preferiría que el museo se ubicase fuera del parque natural.

ACCESO REGULADO / Una objeción a la que fuentes de la Conselleria de Territori i Sostenibilitat replican con el argumento de que la asistencia a ese espacio puede regularse mediante visitas concertadas, tal y como se hace con la casa de Dalí en Portlligat, o a través de un sistema de acceso regulado que incluya el desplazamiento con lanzaderas u otros vehículos colectivos.

Adrià destaca que a finales del año pasado año explicó el nuevo planteamiento a todos los grupos del Parlament y que lleva meses enseñando a todo el mundo la nueva maqueta. «No ocultamos nada. Es un proyecto de país, de todos y para todos, y quiero que se haga con consenso y que todo el mundo se sienta involucrado», insistió el chef.