UN AÑO DE LA TRAGEDIA FERROVIARIA DE SANTIAGO

Las víctimas del Alvia, juntas en el dolor en el primer aniversario

Concentración de familiares de las víctimas, ayer, en la curva en la que se produjo el accidente hace un año.

Concentración de familiares de las víctimas, ayer, en la curva en la que se produjo el accidente hace un año.

MAYKA NAVARRO
BARCELONA

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Coincidiendo con el momento en que el Alvia 01455 debía acceder a la curva de Angrois, supervivientes, familiares de los 79 fallecidos y los vecinos de esa solidaria aldea gallega cubrieron de flores blancas las vías del tren. Un año después del peor accidente ferroviario de los últimos 40 años en España, el dolor y el recuerdo unieron a todas las víctimas en una sencilla ceremonia cargada de emoción y agradecimiento.

Hasta Galicia se trasladaron cerca de 200 supervivientes y familiares de los muertos. Para algunos era la primera vez que regresaban a la curva de Angrois. Otros quisieron llevar flores a ese punto sin sistema de frenado en el que el Alvia voló por los aires por culpa de la velocidad que tomó el maquinista al despistarse al teléfono. Todas las víctimas coincidieron una vez más en que el conductor del tren no fue el único responsable de una tragedia que pudo haberse evitado.

El de ayer fue un día reservado a recordar en silencio y con respeto a los desaparecidos, pero para los miembros de la plataforma Víctimas Alvia 01455 fue también un día para exigir en voz alta que se conozca «la verdad», que los políticos asuman sus responsabilidades y acepten la creación de una comisión de investigación en el Congreso.

APOYO AL JUEZ ALÁEZ / A las dos asociaciones de víctimas del Alvia hay muchas más cosas que les unen que que les separan. Durante este último año, las dos plataformas han aplaudido la «valentía y el coraje» del magistrado Luis Aláez en su cruzada contra los responsables de Adif, a los que responsabiliza de no haber garantizado la seguridad en ese tramo ferroviario. Pero en el día de ayer se reavivaron los encontronazos entre las dos asociaciones de víctimas.

La Xunta quiso adelantar la entrega de las medallas al día 24 y honrar a las víctimas, además de a los vecinos de Angrois y los colectivos que trabajaron aquella dolorosa noche.

Natalia Máiz Somoza, una joven gallega estudiante de Derecho de 22 años, fue la encargada de recibir la condecoración. «Solo puedo agradecer al pueblo gallego este reconocimiento». Viajaba en el vagón número cuatro, «el que voló por los aires y aterrizó en el pueblo». Durante tres meses estuvo inmovilizada por unas fracturas muy graves en las cervicales. En el escenario estuvo acompañada por otra víctima, Óscar Luis Mateos. Emocionado dijo: «Los que tuvimos la fortuna de volver a nacer, solo os podemos dar las gracias. Gracias, pueblo gallego, gracias por secar nuestras lágrimas».

A las puertas de la Ciudad de la Cultura, una veintena de víctimas con camisetas amarillas exigiendo «la verdad» protestaban porque un cordón policial les impedía entrar al acto de las medallas. Formaban parte de la otra plataforma, la liderada por Jesús Domínguez, que no entendió el sentido de la condecoración: «¿Por viajar en un tren inseguro? Que me premien con una comisión de investigación. Es una burla que aquellos que bloquean la investigación judicial nos premien».

SOLIDARIDAD / El presidente de la Xunta gallega, Alberto Núñez Feijóo, fue el encargado de clausurar el acto. «Hay nombres asociados a conflictos y guerras -dijo-, pero desde aquella fecha el nombre de Santiago está asociado a la solidaridad».

Los vecinos de Angrois, condecorados también con la máxima distinción institucional de Galicia, pidieron a la Xunta que les citara otro día para recibir la medalla. Los vecinos entendieron que esa no era una jornada de condecoraciones, sino de silencios y respeto a las víctimas y a los supervivientes. La Xunta lo entendió y su condecoración quedó aplazada hasta nueva fecha. En la curva siguen llegando flores.