PRIMER DÍA DE JUICIO

Las víctimas confirman los abusos del médico de Girona

FERRAN COSCULLUELA
GIRONA

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Las cinco mujeres que denunciaron al exresponsable del servicio de Urgencias del Hospital Santa Caterina de Salt (Gironès) por presuntos abusos sexuales ratificaron ayer sus acusaciones en el primer día del juicio que se sigue en la Audiencia de Girona contra Josep Costa. Unos delitos que supuestamente fueron perpetrados en el ejercicio de su profesión y que le pueden salir muy caros a este doctor de 57 años, ya que la fiscala solicita una pena de 18 años de cárcel y 26.000 euros en indemnizaciones a las afectadas.

Las mujeres relataron ante el tribunal los abusos perpetrados durante las visitas médicas con supuestos tocamientos que en apariencia nada tenían que ver con las dolencias por las que habían acudido a los centros sanitarios. Lilian J. A. explicó entre lágrimas que Costa le tocó los pechos y le hizo comentarios obscenos cuando la atendió por una dolencia en la cadera.

Maria B. Ll. acudió a la consulta por una hernia abdominal y el doctor la obligó a desnudarse de cintura abajo y le introdujo los dedos en la vagina a pesar de que ella le advirtió de que esa exploración era innecesaria porque hacía dos meses que había acudido al ginecólogo. «Me introdujo los dedos con movimientos oscilantes mientras me preguntaba: '¿Notas esto?'», recordó la denunciante.

A otra mujer que fue a urgencias por un dolor en la zona del sacro, en la parte baja de la espalda, también le palpó los pechos e intentó tocarle el pubis, mientras que a Montserrat M. D., que acudió a la consulta para solicitar un análisis del flujo vaginal, la sometió a una exploración que la afectada calificó de «paja», ya que Costa le introducía y le sacaba los dedos mientras le preguntaba sobre su vida sexual.

El abogado defensor, Carles Monguilod, basó su estrategia en la búsqueda de contradicciones en los relatos de las denunciantes y en el hecho de que la mayoría de ellas denunció los hechos meses después de los presuntos abusos. Un responsable de recursos humanos del hospital confirmó que había empleadas del centro que no querían trabajar con el acusado por sus reiterados comentarios sexuales.