POLÉMICA NAVIDEÑA

Las ventas de la lotería de Navidad han caído con la crisis el 17,6%

M. V.
MADRID

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Una explicación al anuncio más incisivo en la historia del sorteo del Gordo señalada por algunos expertos apunta al mal momento económico por el que está pasando la lotería de loterías. Había que recuperar ventas aunque fuera bajando al barro de la publicidad más comercial porque desde que empezó la crisis los ingresos del Gordo han caído un 17,6% (de 2.867 millones en 2007 a 2.360 millones el año pasado). El ciclo casi ininterrumpido de crecimiento registrado desde mediados de los 80 del pasado siglo se ha cortado en seco desde el 2008. Más de un lustro de retroceso, con un fuerte escalón de más del 4% de caída el año pasado.

Sin restar crédito a esta interpretación hay que tener en cuenta que la lotería de la Navidad es la que mejor está resistiendo, no solo respecto a las del Estado, sino del conjunto del juego privado y público. Lo advierte el director de estudios de la asociación de vendedores de lotería (ANAPAL), Pedro Lamata Cotanda. Este cifra en «más de un 30%» los ingresos que ha perdido el sector del juego en el mismo periodo.

CULTURA ARRAIGADA

«El Gordo aguanta mejor porque forma parte de la cultura nacional. Responde a un comportamiento muy arraigado. Casi todo el mundo juega. Y esto tiene que ver con la horizontalidad de los premios. Hay muchos ganadores, lo que no pasa en ningún otro lugar del mundo», recuerda Lamata.

Así es. Además, es de los sorteos en los que se destina más a premios. El 70% de la recaudación. Teóricamente, el Gobierno solo se quedaría con ese 30% restante, pero hay que tener en cuenta que alrededor del 20% del papel impreso no se vende y los premios que corresponden a sus números pasan a engrosar sus arcas. Hasta ahora siempre había sido así, pero la proporción que va a Hacienda ha aumentado desde que el año pasado se introdujo el nuevo impuesto para todos los juegos: un 20% sobre los premios de importe superior a 2.500 euros.

En la lotería de Navidad, afecta a todos los premios desde el quinto para arriba. No es fácil calcular exactamente cuánto acaba en Hacienda. Cada año varía, pero lo seguro es que, sumando los tres conceptos, se lleva ya bastante más de la mitad de lo aportado por los jugadores.

El nuevo impuesto ha causado un efecto perverso para los adictos al Gordo. El año 2011 se amplió la cantidad de números emitidos. De 85.000 se pasó a 100.000, con lo que la probabilidad de que a un número le cayera el Gordo bajaba bastante. Para compensarlo, Loterías subió el importe del premio por un décimo de 300.000 a 400.000 euros, pero esta mejora ha quedado prácticamente anulada por el nuevo impuesto. A quien tenga un décimo premiado con el Gordo le quedarán 320.000 euros tras pasar por el cepillo del ministro Montoro. Un negocio redondo para el Estado, beneficiario del dinero que gastan cada año gentes como el Manuel o el Antonio del anuncio que incita a comprar.