INICIATIVAS Y POLÍTICAS EDUCATIVAS

Las universidades de Iberoamérica buscan un espacio común

Emilio Botín, durante el Encuentro Internacional de Rectores, en Río de Janeiro.

Emilio Botín, durante el Encuentro Internacional de Rectores, en Río de Janeiro.

EDU SOTOS
RÍO DE JANEIRO

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Bajo las intensas lluvias que acompañaron el evento, concluyó ayer en Río de Janeiro el Tercer Encuentro Internacional de Rectores de Universia. Durante dos días, los 1.103 rectores y representantes de universidades de 33 países de todo el mundo (la mayoría de Iberoamérica, pero no exclusivamente) tuvieron la oportunidad de confraternizar y poner en común sus objetivos en la ciudad brasileña. El resultado del que, quizá prematuramente, fue calificado como «el evento de debate académico más rico del siglo XXI» por el presidente de la Comisión Académica de Universia y rector de la Universidad de Río Grande do Sul, Carlos Alexandre Netto, fue la elaboración de la Carta Universia Río 2014.

El documento, que marcará la estrategia común en los próximos cuatro años, recoge un decálogo de propuestas de actuación para ser aplicadas por las universidades participantes. «No sólo es una declaración de principios, sino una magnífica hoja de ruta para que las universidades iberoamericanas jueguen un papel determinante en los próximos años», declaró el presidente del Banco Santander y patrocinador del encuentro, Emilio Botín.

HOMOLOGACIÓN DE TÍTULOS / Al tratarse de un evento internacional con su foco principal en el área iberoamericana, una de las principales propuestas del mismo es crear un Sistema de Reconocimiento de Estudios y Títulos, pieza imprescindible para el desarrollo del llamado Espacio Iberoamericano del Conocimiento.

Complementariamente, el impulso de programas transnacionales de excelencia académica y de movilidad, como el programa iberoamericano de movilidad universitaria, centraron los objetivos de la misiva, que los firmantes se comprometen a darlos a conocer «a todos los gobiernos y administraciones, asociaciones empresariales y agentes sociales con los que comparten la responsabilidad de su ejecución».

En este sentido, peticiones como la de la secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, para la creación de programas específicos de intercambio de estudiantes entre Europa y Latinomérica, como es el caso del programa Paulo Freire, que nace con 5.000 plazas financiado por el Banco Santander, fue valorado en la carta como uno de estos pasos concretos hacia la integración de las juventudes de ambos continentes y un complemento ideal al Erasmus Plus que aumentará sustancialmente las opciones de los jóvenes españoles.

«Erasmus Plus es ya una fortaleza dentro del sistema europeo de intercambios; su ampliación busca nuevas posibilidades en ambos lados del Atlántico. La llegada de nuevos acuerdos no debe entenderse como una competencia, sino una riqueza», expresó ayer el presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas y rector de la de Zaragoza, Manuel López.

INYECCIÓN FINANCIERA / Por todo ello, la financiación de los proyectos de las universidades, especialmente aquellos que precisan de una colaboración internacional, fue otro de los aspectos clave en los debates de Universia en Río. Es en este contexto en el que el anuncio, ayer, del Banco de Santander de que invertirá 700 millones de euros en proyectos universitarios hasta el 2018, lo que supondrá un aumento de la inversión del 14%, fue acogido con enormes expectativas por los académicos.

Dentro de esta aportación, el 40% se destinará precisamente a becas de acceso y de movilidad nacional e internacional de estudiantes y profesores, el 30% a fomentar la investigación y la emprendeduría universitaria, con especial foco en la I+D+i, que Botín calificó como «directamente relacionada con la generación de empleo», y el 30% restante para apoyar la modernización e incorporación de las nuevas tecnologías en la universidad.

LA PARTE ESPAÑOLA / En lo que se refiere a España, de los 700 millones de euros totales, 240 irán destinados a universidades españolas y el 30 % se invertirá en proyectos de centros de otros países iberoamericanos y del resto del mundo. Aprovechando la ocasión, Botín quiso recordar el «compromiso claro y sólido» de su entidad financiera con la educación y el hecho que desde 2010 el banco invirtió 594 millones de euros en universidad y que, desde 1996, suponen ya más de 1.000 millones invertidos en proyectos de educación superior en los que el banco tiene presencia.

Al clausurar el encuentro, el patrocinador emplazó a todas las universidades participantes a «trabajar fuertemente en la difusión de las conclusiones recogidas en la Carta de Río» y emplazó a los rectores para exponer sus resultados en el Cuarto Encuentro Universia que se celebrará en Salamanca en el año 2018.