El profesor Jon Snow

Las series se han convertido en una poderosa herramienta para el aprendizaje del inglés

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CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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Suburbios de Baltimore dejados de la mano de Dios. Asfaltos poblados por jóvenes que trapichean con cualquier droga. Pisos destartalados donde los yonquis se apelotonan esperando el punzón final. Solo hacen falta dos minutos de ‘The Wire’, la obra maestra televisiva creada por el periodista David Simon, para trasladarse con la boca abierta a una realidad desconocida. Y solo hace falta repetir esa escena doblada al castellano para ver cómo el viaje a los bajos fondos estadounidenses queda descafeinado.

El debate entre el doblaje o la versión original vive un nuevo capítulo. El 'boom' de las series y el desembarco en España de grandes plataformas de series y películas a la carta ha abierto la puerta a una oportunidad educativa. Ahora, distraerse también puede significar aprender. Lo que hace años era un dogma solo para los cinéfilos más cultivados es una práctica cada vez más común entre un público que abre los brazos a la versión original. A ello contribuye también la posibilidad de ver los productos audiovisuales en el ordenador y con auriculares, lo cual facilita la comprensión.

EXPLOSIÓN CON ‘PERDIDOS’

Monstruos televisivos como HBONetflix y Amazon han optado directamente por ese camino, ofreciendo por defecto las series de su catálogo en su idioma original. Aun así, el espectador puede elegir otro idioma o incluso subtítulos en el original para reforzar aún más el aprendizaje. “Las comedias y los culebrones son la mejor manera de reforzar el vocabulario”, asegura el crítico de series Lorenzo Mejino, quien habla hasta ocho idiomas.

Antes de la llegada de las grandes plataformas el espectador ya se las apañaba para ver series al mismo ritmo que en su país de emisión, aunque fuese por vías no legales. ‘Perdidos’, el primer gran éxito 'seriéfilo' de masas de la era de internet, fue un caso paradigmático. “Antes veía las series dobladas, pero al cambiar con ‘Perdidos’ flipé al ver cómo la historia y las interpretaciones ganaban mucho más peso”, asegura Betu Martínez, director de la revista 'Serielizados'. ‘Breaking Bad’ o ‘Juego de Tronos’ se han convertido en los nuevos profesores particulares.

SERIES EN CLASE

Conocedores de su potencial, muchos institutos como la Torre del Palau de Terrassa se han servido de las series para dar un empujón a sus alumnos. “Son una herramienta educativa poderosísima y gracias a ellas muchos alumnos tienen un inglés notable”, asegura el profesor Abel Gálvez. Para ello, los llevan varias veces al cine a ver películas en versión original. “Los chavales han hecho lo que tendrían que haber hecho los gobiernos”, añade.

Años atrás, Disney consiguió llevar su idioma a las escuelas con ‘Magic English’ y convertirlo en “el programa para aprender inglés más vendido del mundo”. Pero ese aprendizaje puede ser en muchas direcciones. Sin ir más lejos, la estudiante de intercambio californiana Claudia Waldman se empapó de TV3 para hablar un catalán impoluto. “‘Polseres vermelles’ y ‘El Convidat’ son las que más me ayudaron”, explica.

ESPAÑA, EL PEOR NIVEL DE INGLÉS

La falta de versión original se traduce en un menor conocimiento de los idiomas. En España, el país donde el doblaje goza de mayor implantación, ese debate entró en la escena política cuando en el 2010 el gobierno de Zapatero propuso una mayor inclusión de ese sistema. En el horizonte había el modelo de Portugal, donde se preservan todos los contenidos angolosajones en su idioma original para agilizar y normalizar el aprendizaje del inglés. La medida de los socialdemócratas no prosperó.

España es ahora el país con peor nivel de inglés de toda la Unión Europea, según el barómetro de la Universidad de Cambridge. Además, solo el 45% de los estudiantes de secundaria conocen dos o más lenguas y es el tercer país europeo con menos adultos hablando un segundo idioma, indica el Eurostat. Ante esos resultados nefastos la versión original podría ser un interesante instrumento de aprendizaje. Porque hay algo extraño en viajar a los peligrosos suburbios de Baltimore para escuchar a las bandas callejeras hablar con acento madrileño.

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