La gran cita de los jóvenes católicos / Las repercusiones
Las protestas de los laicistas obtienen un eco sin precedentes
El sello que el movimiento del 15-M
ha imprimido a las protestas contra la visita del Papa ha contribuido a que estas movilizaran a un gran número de laicistas y que obtuvieran un eco sin precedentes incluso en los medios internacionales. Sin llegar a perturbar la organización de la Jornada Mundial de la Juventud ni a hacer sombra a la multitudinaria concentración católica, las protestas se repitieron durante varios días con la Puerta del Sol como epicentro y contaron con el efecto amplificador de los errores en su gestión del Ministerio del Interior.
La espoleta fue la manifestación que tuvo lugar la víspera de la visita del Pontífice. Congregó a más de cinco mil personas que, por el deficiente dispositivo policial, acabaron estancadas en medio de miles de peregrinos, lo que derivó en enfrentamientos verbales e incluso físicos.
INVESTIGACIÓN / La contundente actuación policial, con numerosas cargas y detenciones, no hizo más que estimular nuevas protestas, a la vez contra el Papa y contra el Ministerio del Interior, que ha acabado abriendo una investigación sobre las acusaciones de brutalidad policial. Pese a ello, el PP y la derecha mediática han acusado al Gobierno de ser demasiado tolerante con las protestas.
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