ACTUACIONES CONTROVERTIDAS DE LA POLICÍA CATALANA

La justicia reabre el caso de un mutilado por pelotas de goma

Nicola Tanno, víctima de un proyectil de los Mossos y portavoz de Stop bales de goma, ayer, en Barcelona.

Nicola Tanno, víctima de un proyectil de los Mossos y portavoz de Stop bales de goma, ayer, en Barcelona.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS
BARCELONA

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Por tercera vez, la justicia investigará la responsabilidad de los Mossos en la mutilación ocular que sufrió Nicola Tanno, un italiano de 28 años, durante los altercados registrados en Barcelona en la celebración de la victoria de España en el Mundial de fútbol, el 1 de julio del 2010. La Audiencia de Barcelona ha admitido el recurso de la víctima y ha mantenido la imputación de un sargento, un cabo y un escopetero del cuerpo policial, dejando sin efecto la decisión del juez que instruyó el caso y que decidió que por segunda vez se archivaran las pesquisas. Este basó su decisión en no poder identificar al escopetero que disparó en la plaza de Espanya.

La Audiencia incide en que, según los médicos, no hay duda sobre «la relación de causalidad» entre la lesión de Tanno, portavoz de Stop bales de goma, y el disparo de un mosso. «Me refugié en un bar, no quería lío. De repente apareció un mosso, me apuntó y disparó. Mi globo ocular estalló, me rompió los huesos de la cara y tuve un edema cerebral», relató Tanno a EL PERIÓDICO.

La Audiencia expone asimismo que uno de los escopeteros que intervinieron en la zona reconoció haber lanzado tres proyectiles en las inmediaciones de donde se produjo el fatal impacto. Un extremo que, junto a siete testimonios corroborando la existencia de «uno o dos agentes disparando con una escopeta de salvas o pelotas», se juzga «indicio suficiente» para mantener su imputación.

PROTOCOLO / El texto recuerda que el protocolo de los Mossos describe que el lanzamiento de pelotas responde siempre a «órdenes de superiores», por lo que también imputa al cabo y al sargento de la Dragó 213, nombre de la unidad móvil a la que pertenecían los dos mandos y el agente.

El auto recuerda que el juez instructor consideró oportuno archivar la causa al no poder identificar al autor del disparo que hirió a Tanno, pero no descartó que el escopetero disparara sin recibir orden.

Los tres magistrados responsables del auto no comparten esta consideración del instructor, al opinar  que hay «indicios razonables» y que «resulta debidamente justificada la perpetración del delito» de lesiones imprudentes. Por ello deciden que prosiga la causa contra el sargento, el cabo y el agente de la Dragó 213.

ESPERANZA / La víctima acogió ayer la decisión con la «satisfacción» de «mantener la lucha» en pos de justicia. «Estoy esperanzado porque se imputa claramente al escopetero y a sus superiores. Creo que se dan las condiciones para que el responsable pague por sus actos», afirmó.

En su opinión, la decisión de reabrir la causa se debe en buena medida a «la presión de la sociedad catalana». Y espera que, ahora que ya se ha conseguido acabar con las pelotas de goma -«pese a que habrá otras armas peligrosas», admitió-, las víctimas de estos proyectiles tengan la merecida reparación. «No se explica que para ningún mutilado en Catalunya en los últimos años por pelotazos de los Mossos sea posible determinar quién disparó».

Dijo Tanno que no actúa por «venganza», sino por «la necesidad de saber toda la verdad». «Espero que esta vez las investigaciones vayan bien, que identifiquen a los responsables para que admitan sus errores y que, por fin, pidan perdón».