EL JUICIO DE LA TRAGEDIA DE HALLOWEN

La fiscal acusa a Flores de abarrotar el Madrid Arena para lanzar una barca sobre los espectadores

MANUEL VILASERÓ / MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En un durísimo y pormenorizado escrito de acusación, la fiscal del ‘caso Madrid Arena', Ana Muñoz, ha culpado este martes al promotor Miguel Ángel Flores de haber causado la aglomeración del pabellón para poder lanzar una barca sobre el público a la que subiría el 'dj' Steve Aoki o alguno de sus acompañantes. El estado abarrotado de la sala es el que causó las muertes por asfixia y aplastamiento de cinco jóvenes la noche de Hallowen del 2012.

Junto a Flores, el ministerio público ha culpado también a otros 12 de los 15 acusados de la cadena de conductas "descuidadas y negligentes" que acabaron con la vida de las chicas. "No fue un mero accidente ni una fatalidad, sino que fue una imprudencia", ha afirmado Muñoz.

La fiscal ha presentado su informe dentro de la fase final del juicio que se ha iniciado este lunes y cotinuará esta semana y la próxima con la exposición de las conclusiones de las partes. El 17 de mayo los acusados podrán decir sus últimas palabras y el juicio quedará visto para sentencia.

ENFADO DE LOS ACUSADOS

Los procesados no han perdido detalle de las explicaciones de la fiscal. Algunos han mostrado evidentes gestos de preocupación, otros han movido la cabeza en señal de disconformidad con el relato de los hechos e, incluso, se ha visto cómo algunos acusados mascullaban insultos.

El relato de los hechos más demoledor ha sido para Flores, un hombre con estrechos vínculos con uno de los concejales del Ayuntamiento de Madrid que tuvieron que dimitir. La intención de colocar la barca hinchable encima del público para que el artista subiese estaba, según el fiscal, recogida en el contrato y esta sería la principal razón por la que se llenó “el pabellón más allá de lo permitido" por el ayuntamiento, sobrepasando claramente el aforo.

Como puede comprobarse en un vídeo grabado en la sala Opium de Barcelona en el 2014, se necesita que el público esté muy apretado para que el número salga bien. La sala del pabellón es muy grande y por ello se necesitaba a muchísima gente.

6.000 ENTRADAS DE MÁS

Pese a reconocer que "no se puede saber con exactitud" cuál fue el número de asistentes, la fiscal ha considerado que Flores vendió un mínimo de 16.661 entradas para un evento que tenía un aforo máximo de 10.620 personas, aunque está convencida de que la cifra fue “mucho mayor”.

Tampoco ha escapado Flores de su responsabilidad en la seguridad del evento, ya que la fiscal ha recordado que según la normativa vigente, la seguridad privada es competencia exclusiva del organizador.

Flores apuntó a Seguriber, que destinó 38 vigilantes, 32 en el exterior y 6 en el interior del pabellón; y reiteró que Kontrol 34 dispuso de auxiliares que no se ocupaban de la seguridad interior, por lo que se quitaba toda responsabilidad en este asunto.

"¿Pensaba cubrir una macrofiesta de gente joven, nocturna, con un aforo de 10.620 personas solo con 6 vigilantes de seguridad?", ha dicho la fiscal dirigiéndose a Flores. "Claro que le compete la seguridad privada, era el organizador", ha añadido.

"TENÍAN QUE PARALIZAR LA FIESTA"

La responsabilidad en seguridad también alcanza a Seguriber y Kontrol 34, contratadas por Madridec, la empresa municipal que gestionaba el pabellón,  y Diviertt, la prmotora de Flores respectivamente. La conducta de sus mandos fue crucial para entender la masificación que se produjo en la pista central, como también sucedió con los procesados de Madridec. En ese momento tendrían que "haber paralizado el evento", ha subrayado la fiscal.

En cuanto a los médicos Simón y Carlos Viñals, ha señalado que actuaron de manera "negligente", con pocos conocimientos del desfibrilador, y ha acusado al primero de asumir una función que por su edad, 77 años en el momento de los hechos, le sobrepasaba: "Dada su edad asumió una función que sobrepasaba su capacidad", ha concluido.

La fiscalía mantiene la petición de cuatro años de cárcel por homicidio por imprudencia grave para Flores y penas superiores a los dos años a la mayoría de los restantes acusados.