El juez ve delito en la expulsión de inmigrantes en la valla de Melilla

¿Dónde acaba Marruecos y empieza Europa en Melilla? La respuesta sigue sin estar clara. El titular del juzgado de instrucción número 2 de Melilla, Emilio Lamo de Espinosa, contribuyó ayer a la controversia sobre las fronteras con un contundente auto en el que imputa por prevaricación al coronel jefe de la Guardia Civil en la ciudad autónoma, Ambrosio Martín Villaseñor, por haber devuelto en caliente este verano a decenas de subsaharianos que habían logrado saltar las dos vallas o se encontraban en el espacio que queda entre ambas.

Tres de las oenegés que trabajan habitualmente en Melilla, Andalucía Acoge, SOS Racismo y Prodein, presentaron en verano una querella a la que adjuntaron unas imágenes en vídeo de una expulsión del 18 de junio en la que unos militares marroquís accedían al espacio entre las dos vallas y apaleaban a un inmigrante ante la presencia de unos guardias civiles que no hacían nada para impedirlo. La querella fue ampliada con las imágenes de otra nueva tanda de expulsiones, el 13 de agosto, cuando un grupo de subsaharianos fueron devueltos a Marruecos por las puertas que permiten cruzar las vallas. Estaban «engrilletados y alguno de ellos con síntomas visibles de estar lesionados», advierte el magistrado en su auto de 14 páginas. Algunos de estos inmigrantes fueron devueltos a pesar de haber sobrepasado la totalidad del perímetro fronterizo.

Para el magistrado, la actuación de la Guardia Civil es ilegal y cita al coronel el 3 de octubre tras considerarlo responsable con sus órdenes de derogar «de facto» los tratados internacionales y la legislación en materia de extranjería.

Esta no es la primera vez que un juez de Melilla cuestiona la legalidad de las devoluciones en caliente. En febrero otro magistrado imputó al delegado del Gobierno, Abdelmalik el Barkani, por la expulsión inmediata de 21 inmigrantes a Marruecos, en febrero del 2013, que habían cruzado la frontera en dos coches kamikazes. El juez instructor imputó también al coronel Martín Villaseñor, pero este demostró que se encontraba en Madrid haciendo un curso de ascenso, y es su segundo, un comandante, el que sigue imputado por esos hechos.

Varias asociaciones de la Guardia Civil y muy especialmente la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) llevan tiempo denunciando la falta de un protocolo de actuación que blinde jurídicamente la actuación de los agentes en la frontera. Entienden y el auto de imputación de ayer lo confirma que no hay unanimidad jurídica sobre cómo se debe actuar en esa compleja frontera.

El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, defendió anoche la actuación de la Guardia Civil y que España empieza «a todos los efectos» en la valla interior de Melilla.