Gente corriente

Josep Vilanova: «En la dieta del gladiador había siempre estroncio»

Es la cuarta generación de administradores de una pequeña fuente muy especial. Y es embajador de la Catalunya profunda.

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CARME ESCALES

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Una gran fotografía en blanco y negro, a la entrada del Balneario de Rocallaura, recuerda que hasta ese lugar del Urgell llegaron refugiados de la segunda guerra mundial, que habían cruzado los Pirineos tras la ocupación alemana de Francia. La histórica imagen está en el nuevo balneario, pero quienes aparecen en ella se alojaron en el antiguo balneario de la misma familia, una masía próxima, adonde iba la gente que quería tomar las aguas de una fuente cercana. Desde allí, Josep Vilanova (Puig-reig, 1945) explica a los huéspedes la historia del manantial, y las propiedades beneficiosas del agua, y de todo el entorno en esa Catalunya interior.

¿Hasta qué año nos remontamos? En 1906, mi bisabuelo paterno, Ramon Tarruell, que había nacido en Cervera y era actuario de un juzgado de Barcelona, inició los trámites para autorizar la explotación comercial del manantial que tenía en su finca. Popularmente, la gente ya acudía en busca del agua, pero él lo quiso promocionar.

¿Qué cualidades había probado la gente? Sobre todo era conocida por su eficacia deshaciendo cálculos renales. Y guardamos un certificado, de 1917, de un reconocimiento en un concurso nacional farmacéutico vinculado al Hospital Clínic por sus propiedades beneficiosas para el estómago, el hígado y los riñones. Y hoy sabemos que también lo son para afectaciones de la piel como la soriasis o la ictioasis [enfermedad genética en la que la piel se escama, por la sequedad].

¿Qué contiene para lograr todo eso? Muchos minerales, pero, algo que es muy excepcional: tiene litio y estroncio, y encontrar estos dos minerales juntos en una misma agua es algo muy inusual. Del litio, está más que probada su eficacia para el estado de ánimo, y el estroncio era valorado por los romanos, en la dieta del gladiador había siempre este mineral.

¿Quién viene hoy al balneario? Vienen de Francia, de Lleida y de Tarragona y de Barcelona y su entorno. Sobre todo, gente que ya conoce el efecto diurético y desintegrador de los cálculos renales, pero también quienes ya han experimentado sus beneficios sobre la piel. Además de venir a pasar unos días al balneario [cuya construcción inició su bisabuelo en 1908 y finalizaron él y su esposa, que son arquitectos, en el 2009], pueden llevarse botellas de agua. La vendemos aquí y en tiendas especializadas [www.aiguaderocallaura.com].

Usted es un gran vendedor de la Catalunya interior [Vilanova fue uno de los promotores de la Ruta del Císter], fue el primer presidente del Consell Comarcal del Alt Camp, ¿por qué abandonó la política? Tres años fueron suficientes para confirmar que el silencio en la política va muy bien para durar, ser un estómago agradecido y no opinar demasiado. Pero yo había entrado en política para ser útil a la gente.

Tal vez acabe siendo más útil con el esfuerzo de mantener una infraestructura hotelera, mejor dicho dos con el antiguo y nuevo balneario. Ambos reciben clientes. Sí, el antiguo balneario es ahora un hostal y casa de colonias, y tenemos alojamientos de madera, familiares, o para estancia de parejas o grupos, con vistas al bosque. Si quieres salir adelante, no se puede parar de ofrecer cosas, la verdad es que todo emprendedor de nuestro país necesita que se le dé a conocer. Nosotros somos una modesta dinastía familiar, pero estamos situados en un entorno precioso, en esa Catalunya desconocida por tantos, donde se pueden hacer agradables excursiones.

Están ubicados entre dos monasterios. Si monjes y monjas eligieron esa zona, paz debe haber. Sí, estamos entre los monasterios cistercienses de Poblet y de Vallbona de les Monges, un lugar ideal para regalarse un receso de paz y tranquilidad, tan necesario para reponerse física y psíquicamente, desestresarse y reencontrarse con uno mismo.