Gente corriente

José A. Pérez Guevara: «242 películas después, me dejó. Y doy gracias»

José A. Pérez Guevara

José A. Pérez Guevara

CARME ESCALES

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-La conocí en el 2009. Tenía seis años más que yo. Era muy madura, quizá demasiado. La quería mucho. En dos años, vimos juntos 242 películas. Después, me dejó...

En la vida, como en la ortografía, hay indicadores para saber leerlo todo bien. Hay historias mayúsculas y minúsculas, momentos acentuados, paréntesis, pausas, y un punto final. Esta es la historia de un punto y aparte. En el guion vital de José Antonio Pérez Guevara (Sabadell, 1974), su gran desengaño amoroso fue un punto de inflexión, un gran punto y aparte. A partir de él, echó a andar un camino en el que, aparte de ser conserje, disfruta la vida a través del cine.

Es el hombre reversible. Medio mes es conserje, y el resto alimenta con reseñas y críticas de películas su blog de cine.

-¿Cómo llegó el cine a su vida? Yo soy el menor de tres hermanos, y el mayor, que me lleva siete años, siempre leía libros de cine. Eso me debió de influir. Pero mi revelación llegó cuando un primo de Alicante me llevó a un cineclub a ver Dersu Uzala, de Akira Kurosawa. Después vinieron Bienvenido Mr. Marshall y Ladrón de bicicletas. Viendo esas películas, entendí que el cine, además de entretener, explica historias, y eso me atrapa. Veo de 15 a 20 películas al mes.

-¿No se planteó nunca dedicarse profesionalmente al cine? ¿Hacer películas? Sí, claro, yo soñaba con hacer películas. Y, como pensaba que el guion era la madre del cordero, al volver de la mili, me apunté a estudiar guion de cine en una academia privada. Allí supe que hacer una película es extremadamente complicado. Claro que mis medios han sido siempre muy reducidos, pero ya escribir un guion es algo muy difícil.

-¿Llegó a concluir alguno? Sí, incluso presenté un corto en el Festival de Sitges. Pero ahora que entiendo mucho más la profesión, el oficio de cineasta, soy más consciente de lo difícil que es trabajar y vivir del cine. Y más en este país, donde falta tanto apoyo a la cultura.

-Mejor ser conserje y consumir cine. Así ha montado su vida reversible, ¿le gusta? Sí, porque trabajo unos 15 días al mes, en jornadas de 12 horas seguidas. El resto del tiempo -sumado, medio año- veo películas y escribo sobre ellas. Me siento privilegiado. Después de tres años en paro, valoro mucho estar trabajando. Mi empleo de conserje ha puesto cimientos en mi vida, la ha estructurado. Antes iba un poco perdido, temía caer en la rutina de un almacén, de lunes a viernes, toda la vida. Lo ideal es trabajar en lo que te apasiona, pero ahora siento que el cine está en mi vida de manera plena y eso también es apasionante.

-Asiste a pases de prensa de películas y realiza entrevistas, como los periodistas, y todo por el rigor y dedicación de su blog. Agradezco muchísimo la labor y ayuda de todas las personas de comunicación, Sonia, Eva, Sandra, Ainhoa..., de las agencias que llevan las películas, que me acreditan para los pases y me facilitan entrevistas. La primera que hice fue a David Trueba, y llevo más de 70, todas grabadas en video, porque así capturo un trozo de la vida del personaje, ese momento que está solo por mí.

-¿Por qué llamó a su blog 242películasdespués.comPorque lo abrí gracias al punto de inflexión que supuso el fin de mi relación con una mujer que siempre me dijo: «Encuentra un trabajo, pero no dejes nunca el cine». Me enseñó mucho, sobre todo, cuando se fue. Habíamos visto 242 películas [las anota en un diario] y después, me dejó. Y hoy doy gracias por ello, pues aquello me lanzó al abismo, y solo saltando al vacío se desplegaron las alas que llevaba en mí.

-Todo eso, en el cine, también pasa... Sí, por eso me gusta, te muestra vidas como la tuya, e infinitamente peores

.-A ella, ¿la ha vuelto a ver? -No, nunca más. De todos modos, yo ahora ya no soy el mismo que la conoció.