Jordi Gualde: "Si el alcalde nos visitara nos haría un gran favor"

-Pues sí. El comienzo de todo esto fueron los Exin Castillos. El juego. Para mí, digo.

-De todo esto… Quiere decir…

-El comienzo de muchas cosas, en realidad. Por eso acabé estudiando Arquitectura Técnica, por ejemplo. Eso lo tengo claro. Y por eso me gustan tanto las maquetas de trenes.

Y aquí la historia son las maquetas. Jordi Gualde tenía la suya, ocho respetables metros cuadrados llenos de edificaciones, jardines y trenes que había ido completando en su piso, y que siempre que podía exponía en algún lugar (ergo, siempre andaba buscando un lugar donde exponer). «Una Barcelona en miniatura y ambientada en los años 30», explica. Vecino de Gràcia, un día se enteró de que la asociación Arapdis disponía de un local. En la plaza del Nord. Un local... vacío.

-¿Qué hizo?

-Bueno, vine, me presenté, les expliqué y… Y ya está, me dejaron el local para exponer. Y al principio realmente era solo eso, un sitio para exponer, pero viendo que en la asociación… ¿Sabe qué tipo de asociación es?

-Personas con problemas mentales, ¿no?

-Exacto. Aquí hacen rehabilitación psicosocial. Y yo pensé, no sé: hacer algo entre todos. Aquí se trabaja la integración laboral de las personas, y hay talleres: de encuadernación, de carpintería, de jardinería. A mí lo que se me ocurrió fue que hacer una maqueta también podía tener algo terapéutico. Y lo dije.

-¿Hace cuánto de eso?

-Hace cuatro años.

-Cuénteme qué tal la experiencia.

-Muy buena. Les motiva mucho, mucho. Piense que son personas que no tienen demasiados alicientes, y que si no estuvieran aquí estarían encerradas en su casa. Cuando vienen visitantes y ellos ven que la gente aprecia su trabajo, se emocionan mucho.

-¿Y para usted?

-Para mí, imagínese. Primero, tengo este espacio increíble… Que no es el local donde expuse al principio, por cierto. Ese está aquí al lado, y es mucho más pequeño. Por otra parte, hago algo de voluntariado. ¿Y qué puedo decir?: tengo espacio para esta maqueta enorme, esta Barcelona en miniatura enorme, y encima a todas estas personas que me ayudan. Y eso es fantástico.

-Habrá tenido que enseñarles.

-Al principio, para que fueran cogiendo ritmo y confianza, hicimos toda la parte de montaña. Todo a lo pobre, ¿eh?, que recursos casi no tenemos. Por ejemplo, las montañas están hechas con periódico, cola blanca y pintura. Más pobre, imposible. Más tarde se atrevieron con los edificios.

-Entonces, si entiendo bien, aquí en alguna parte está la maqueta original, la suya.

-Claro. La maqueta original es esta. ¿Lo ve? Aquí está la estación de França, aquí Santa Maria del Mar, el Círculo Ecuestre…Y todo esto es lo nuevo. Mire. Les Punxes, la catedral, el campanario de la Vila de Gràcia…

-¿En qué trabajan ahora?

-Ahora están de vacaciones, pero cuando regresen la idea es terminar la plaza de la Vila. Luego vamos a hacer el Gòtic, y luego lo más ambicioso: la Sagrada Família.

-Vamos a darles crédito a los otros artífices de esto. ¿Quiénes son?

-Los principales son los del taller de encuadernación. Que son, a ver: Adoración, Paco, Ana María, Jordi, Pepe, Juanjo y Toni.

-Ahora, durante las fiestas de Gràcia, amplían el horario de visitas, ¿no?

-Sí, de hecho abrimos todos los días, de 11 a 2 y de 5 a 8 de la tarde. Se pide una pequeña contribución, pero los niños entran gratis.

-¿Viene mucha gente?

-Vienen, claro, pero mucha gente no lo conoce porque… Bueno, nos falla la publicidad. Ya le dije que aquí vamos a lo pobre. Por eso, ¿sabe qué estaría muy, muy bien?

-¿Qué?

-Que viniera el alcalde. Ahora, en fiestas. Nos haría un gran favor. Al fin y al cabo, es la muestra de que hacer Barcelona también es una terapia.