Los recortes de las políticas sociales de Catalunya

Jaque a los planes para cohesionar los barrios pobres

HELENA LÓPEZ
BARCELONA

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Los planes de desarrollo comunitario (PDC) son programas de intervención en el territorio impulsados conjuntamente por vecinos, asociaciones, administraciones públicas y el resto de agentes sociales de los barrios, que, mediante una metodología participativa, buscan el empoderamiento de las personas y las entidades y llevar a cabo acciones, proyectos y actividades que fomenten la cohesión social de los barrios. Estos programas, en barrios con necesidades especiales, cuentan todos ellos con la presencia de un profesional -el técnico comunitario- que los dinamiza y vela por ellos. Bien, cuenta, no, contaba. Veinte de ellos se han quedado huérfanos de esta figura con el despido de estos profesionales al renunciar la entidad que llevaba la gestión por los problemas de tesorería de la Generalitat.

Se trata de los 20 PDC de los barrios de vivienda social, planes que se llevaban a cabo con una externalización de la gestión mediante un proceso administrativo, y que ninguna entidad se atreve a asumir dados los problemas de tesorería de la Generalitat de Catalunya, según admite el responsable del programa, Ramon Terrassa.

SIN 'NOVIOS' / La licitación mediante concurso público se produjo durante el segundo semestre del 2013. Concurrieron tres licitadores: la

FAVIBC, la Fundació Pere Tarrés y Vincle. Se adjudicó a la FAVIBC, que inició la ejecución del contrato en enero del 2014, pero a fecha de 26 de febrero comunicó al departamento de Benestar Social y Família su renuncia al contrato, básicamente por los problemas económicos vinculados. Entonces la Generalitat emplazó al segundo candidato a quedarse con el concurso, que también  rechazó el puesto, y al tercero, que hizo lo propio, dada la poca confianza generada por una Administración incapaz de pagar a tiempo a las entidades sociales, que pasan horas bajas dada la disminución de las subvenciones públicas. «No ha habido ninguna entidad con suficiente músculo financiero para soportar los problemas de tesorería de la Generalitat de Catalunya», admite Terrassa.

En ese contexto, los 16 técnicos comunitarios que llevaban a cabo estos 20 planes comunitarios están en la calle. Son 16 para 20 proyectos porque en un primer recorte muchos de los planes pasaron de tener un técnico a jornada completa a tenerlo a media jornada.

Así pues, a 17 de abril del 2104, estos planes se encuentran en el aire, pese a que su responsable asegura que la apuesta por los mismos es firme. La voluntad ahora es negociar con los ayuntamientos de los municipios en los que se desarrollan estos planes para que estos asuman su gestión, como ya pasa en otros territorios, como Barcelona. «Que asuman los planes los ayuntamientos es la vía más rápida para que estos estén parados el mínimo tiempo posible», argumenta el director general, quien habla de la necesidad de que los planes tengan un cierto dinamismo, con lo que no descarta que, dentro de una misma localidad, haya consistorios que decidan cambiar de barrios.

LA INESTABILIDAD / Los trabajadores despedidos por la FAVIBC, la entidad vecinal que gestionaba el programa en los últimos años antes de renunciar a la gestión del concurso, se sienten impotentes no solo por su despido -que, obviamente, también-, sino al comprobar cómo su trabajo de hormiguita durante tantos años en estos barrios, con altos índices de paro, de personas en riesgo de exclusión socioeconómica, de población inmigrada, etcétera, corre el riesgo de desmoronarse. «Estos programas comunitarios se están llevando a cabo en barrios con necesidades especiales para mejorar las condiciones de vida de las personas que viven en ellos, desde el trabajo en red y coordinando de las distintas entidades del territorio», apuntan estos trabajadores en un comunicado, en el que destacan que si la Administración tuviera el interés que dice tener no hubiera dejado que llegaran a la situación de incertidumbre en la que se encuentran.

El responsable del plan se compromete a encontrar una solución lo antes posible para que estos planes vuelvan a funcionar, pero no asegura que los técnicos despedidos recuperen sus puestos de trabajo, ya que si son las administraciones locales las que se hacen cargo de los mismos, serán estas las que elijan al personal necesario para ello.