Dos referencias internacionales

«La ultraprotección familiar coarta la educación del hijo»

El pedagodo James Fraser explica que en EEUU el debate sobre cómo los padres deben implicarse en la educación de los hijos no está resuelto

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M. J. I. / BARCELONA

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Explicaba hace unos días en Barcelona el pedagogo e historiador James Fraser que en su país, Estados Unidos,el debate sobre cómo los padres deben implicarse en la educación de los hijos es ahora mismo un debate no resuelto. «Nos estamos encontrando con perfiles de padres muy dispares, empezando por el ultraprotector y súperimplicado de clase-media alta, ese tipo de progenitor al que denominamos padre-helicóptero, que llega incluso a coartar por exceso el desarrollo de su hijo», explica.

Esta tipología de padres, que se implican tanto en las actividades de sus hijos que se convierten en personas que no dejan de ir de un lado al otro todo el día, convive, en el otro extremo, «con familias, normalmente de las clases sociales más desfavorecidas, que hacen total dejación de la educación del menor y delegan en la escuela toda su formación, tanto personal como académica», cuenta Fraser. «Entre otras razones, porque tampoco la escuela recibe demasiado bien a estos padres, no les da cabida», agrega.

En su opinión, «ni los unos ni los otros están haciéndolo bien y por eso, entre otras razones, el sistema educativo norteamericano lleva tantos años en crisis», afirma el profesor de la Universidad de Nueva York.

A diferencia del sistema finlandés, prosigue Fraser, donde la escuela está construida bajo los criterios de equidad e igualdad de oportunidades, «en Estados Unidos prima la libertad, un principio muy arraigado en la mentalidad norteamerciana». «Eso, que es muy bueno, nos hace, a la vez, competitivos e individualistas, porque la gente piensa: déjame hacer mi vida, sin preocuparse por los demás», constata.

«Las familias también piensan así y eso me preocupa», remacha el profesor norteamerciano, autor de numerosos estudios sobre docencia. «Me preocupa porque yo mismo procedo de una familia que, sin ser pobre, si era de una clase social modesta. Mi padre fue cajero en un supermercado, pero yo tuve la oportunidad de ir a la Universidad de California, Los chicos de mi mismo origen lo tienen ahora bastante más difícil».

¿Y el famoso sistema de becas de EEUU, que tantas oportunidades ha dado a los jóvenes con más talento? «Me temo que ya no funciona como antes, cuando era realmente un sistema de igualdad, un mecanismo que permitía a muchas familias cambiar con su dinámica social», reflexiona Fraser, que también participó como ponente en la jornada celebrada el 19 de febrero en Barcelona sobre los estudios de Magisterio, «Sin duda, quienes enseñamos a los futuros enseñantes tenemos que trabajar mejor sus relaciones con las familias», concluye Fraser.