DEBATE SOBRE LA INMUNIZACIÓN

Sin vacuna no hay guardería

La región italiana de Emilia Romaña aprueba una normativa que obliga a las familias a vacunar a los niños de entre 0 y 3 años para acceder a estos centros

Vacunación a un niño.

Vacunación a un niño.

IRENE SAVIO
ROMA

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La región italiana de Emilia Romaña (en el norte del país) ha decidido plantar cara a los movimientos antivacunas con la aprobación de una ley que promete polémica. La administración obligará a las familias a inmunizar a los niños que van a la guarderías tanto públicas como privadas. Es la primera vez que una región italiana adopta una legislación de este tipo.

La nueva normativa regional, que llega tras un encendido debate, exige que los padres de niños de entre 0 y 3 años presenten, en el momento de inscripción en los centros, la documentación que certifica que sus hijos han recibido las vacunas previstas por la sanidad italiana.

Al no estar en edad escolar (que en Italia es a partir de los 6 años) y al ser facultad de la región (que decide sobre todo lo relacionado con niños de menos de 3 años), si los padres no presentarán la documentación, los niños no podrán ir a la guardería.

A pesar que el Estado italiano ya prevé la obligatoriedad de algunas vacunas básicas -contra la poliomielitis, difteria, hepatitis B y tétanos-, un creciente número de familias no están cumpliendo con la norma en estos últimos años. Decisión que justifican con el decreto presidencial de 1999 en mano, según el cual los niños no inmunizados también pueden ir a la escuela.

«Nuestra ley apunta a tutelar la salud pública y evitar que las enfermedades se propaguen», explica Stefano Bonaccini, presidente de la región de Emilia Romaña, que también cree que los antivacunas generan «discusiones sin fundamento». Bonaccini también afirma que la iniciativa abre la puerta a que otras regiones italianas adopten legislaciones similares.

La decisión de Emilia Romaña ha sido aprobada con los votos de los concejales del Partido Democrático (PD), de Izquierda y Libertad y de los derechistas Fratelli d'Italia y Forza Italia. En cambio, el Movimiento Cinco Estrellas del cómico Beppe Grillo votó en contra y la xenófoba Liga Norte se abstuvo.

Se calcula que la nueva legislación afectará a unos 32.500 niños.