FIASCO EN LA RED FERROVIARIA

La inundación del AVE sume la estación de Girona en el caos

Aglomeración de pasajeros en la estación del AVE de Girona a la espera de un autocar alternativo, ayer.

Aglomeración de pasajeros en la estación del AVE de Girona a la espera de un autocar alternativo, ayer.

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

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La estación del AVE de Girona se convirtió ayer en una ratonera para cientos de usuarios que vieron cómo el que debía ser un viaje placentero en uno de los trenes más modernos del mundo se convirtió en un auténtico caos. La interrupción de la línea de alta velocidad que enlaza con Figueres (Alt Empordà) y con Francia, debido a la inundación de los túneles que se produjo en la madrugada del lunes, obligó a muchos viajeros a hacer parte del recorrido en autocar o a cambiar de tren para proseguir el trayecto con un convoy de la red convencional de media distancia.

Una situación anómala que tiene visos de prolongarse durante unos cuantos días más, ya que ayer, más de 24 horas después de que las galerías de la estación se convirtieran en un río subterráneo, la empresa gestora de la infraestructura no tenía ninguna previsión de cuándo se podría reanudar el servicio hacia la capital del Alt Empordà. Y lo que es peor, aseguró que todavía desconocía las causas que habían provocado las inundaciones, más allá de escudarse en el excepcional episodio de lluvias que se produjo el lunes.

Otras fuentes conocedoras de la incidencia han apuntado, sin embargo, que la inundación se produjo probablemente por la rotura de una cañería o un colector en la zona sur del túnel, a la altura del polígono de Mas Xirgu. La entrada masiva de agua, que corrió como un torrente hacia la parte norte de la galería, debajo del parque de la Devesa y a una cota más baja, posiblemente inutilizó el sistema de bombeo y drenaje que hay en las instalaciones.

«Seguimos bombeando para sacar el agua que se ha acumulado y que en algunos puntos llega a siete metros de altura. Cuando podamos entrar en la galería y comprobar en qué estado ha quedado la catenaria y si hay daños en el resto de las instalaciones sabremos cuándo se podrá reanudar el servicio», explicaron ayer portavoces de la compañía. Unas explicaciones que tampoco han satisfecho al alcalde de la ciudad, Carles Puigdemont (CiU), que ayer envió un requerimiento a la compañía solicitando información sobre las causas de la inundación del túnel y reclamándole que aporte las garantías técnicas, «con los estudios necesarios», para demostrar que no se volverá a repetir un incidente semejante en el futuro.

El corte de la línea del AVE que enlaza con Figueres y con Francia también causó graves deficiencias en el servicio entre Barcelona y Girona debido a que varios trenes que cubren esta línea se han quedado bloqueados en la capital del Alt Empordà y de momento Renfe no ha podido reemplazarlos. Ayer, el enlace entre Girona y Barcelona no se reanudó hasta las nueve de la mañana, ya que los cuatro trenes que había previstos antes de esa hora se anularon por falta de convoyes.

VIAJE EN AUTOCAR

El colapso del servicio también se hizo patente cuando, tras la llegada de un AVE procedente de Barcelona, decenas de personas que se dirigían a Francia se agolparon en el vestíbulo de la estación a la espera de que las condujeran a los autocares que tenían que partir desde Girona rumbo a Perpinyà y Montpellier. Algunos de ellos se quejaban de falta de información por parte de Renfe y aseguraban que todo lo que sabían de lo ocurrido era gracias a los medios de comunicación.

Una escena semejante se repitió 50 kilómetros al norte, en la estación del AVE de Figueres-Vilafant, donde grupos de pasajeros que se dirigían a Francia también eran trasladados en autocares. Entre ellos se encontraba el presidente de la Cámara de Comercio de Girona, Domènec Espadalé, que tenía previsto tomar el tren de las 10.18 horas rumbo a París para asistir al partido de la Champions que ayer disputaron el Barça y el Paris Saint-Germain. «Nos van a llevar en autobús a Montpellier, pero yo ya le he dicho al conductor que, si cuando lleguemos allí veo que no voy a llegar a tiempo para ver el partido, me vuelvo con él a Figueres», explicó.