Inés Losada: «Demi Lovato me ha enseñado el camino»

Un apunte para profanos: Demi Lovato es una exestrella Disney que se quebró bajo la presión de la industria y, ya rehabilitada, muestra su saludable hechura en la portada de Vanity Fair y el viernes saca disco, Confident. En todos sus altibajos, desde el 2007, la ha defendido Inés Losada (Gijón, 1993), la impenitente presidenta de su club de fans en España. A punto de licenciarse en Periodismo, asegura que ha sido su fuente de inspiración.

-Es la lovatica mayor del reino.

-Mi vida no es Demi Lovato, pero Demi Lovato forma parte de mi vida.

-Vayamos al principio.

-Cuando tenía 14 años se estrenó Camp Rock,

la película de Disney coprotagonizada por los Jonas Brothers y Demi Lovato. Al verla, pensé: «Quiero ser como ella». Era inocente y a la vez rockera. Intuí que su talento se desplegaría. A través del Messenger conocí a otras dos fans de Valencia y Madrid y creamos el foro Demi Lovato Spain. Poco después, sin tener ningún conocimiento de entorno web ni de diseño, montamos una página muy básica para darla a conocer más.

-¡Cuánto ímpetu con 14 años!

-Gracias a ella. En el 2008, Demi hizo gira con los Jonas Brothers y la discográfica Universal nos propuso adelantarnos información para que la difundiéramos. Seríamos la web oficial y, como recompensa, cuando viniera a Madrid tendríamos un encuentro con ella. Pero mi madre no me dejó ir...

-Un disgusto tremendo, claro.

-Soy de las que piensan que todo pasa por alguna razón. Conocerla entonces no habría adquirido el sentido que tuvo más tarde.

-Cuente, cuente.

-En abril del 2013, un locutor amigo de Europa FM consiguió una entrevista telefónica con ella y me invitó a ir. Cuando oí su «hola», me quedé muda. Empecé a llorar. Acabé diciéndole: «No me equivocaba cuando en el 2007 vi a una persona que me iba a sorprender. Gracias por ser un gran modelo a seguir». Y en mayo acompañé a una amiga a un concierto privado en Londres que había ganado en un concurso. Lo viví como un sueño. Le oí cantar Heart Attack en primera fila y entré en shock.

-Lovato ha caído en casi todo, ¿y dice qué es un «gran modelo a seguir»?-Tras golpear a una bailarina de la gira y caer en el silencio, a finales del 2010 entró en rehabilitación. Luego declararía que había sufrido bulimia y anorexia y que, ya en tratamiento, le diagnosticaron bipolaridad. Confesó que, aparte de autolesionarse, «no podía estar media hora sin cocaína».

-¿Dónde está la ejemplaridad?

-Mi lectura fue: «Es una persona como tú». Crecí con ella, y tras superar el bache, de ella acabé oyendo el mensaje que siempre quise escuchar: «Quiérete». Un mensaje positivo muy distinto al «fumo marihuana y molo más que antes» de Miley Cyrus.

-¿Usted también ha tenido turbulencias?

-He tenido una percepción negativa de mi cuerpo, sí. Ella me ha enseñdo el camino: la felicidad es aceptarte tal cual eres.

-Pues, para promocionar el nuevo disco, enseña el trasero como Kim Kardashian.

-Habría preferido que el mensaje fuera «me drogaba y autolesionaba, pero ahora estoy sana». Pero sé que no es culpa de ella.

-Ya la veo cerrando el club de fans.

-No lo cerraría por eso, sino por la injusticia que ha cometido la industria con ella. ¿Por qué sigue sin venir a España cuando tiene el club de fans más grande de Europa? La última es la cancelación del concierto fijado en Madrid el viernes porque coincidía con el lanzamiento... Yo no sigo peleando por mí -tengo casi 23 años-, sino por las niñas de 15 y 16 que sienten lo que yo sentí. Desde mi canal en YouTube Un café con Inés -1.300 suscriptores- querría convertirme en una voz positiva para ellas.