El impacto

La industria no responde

Parc de l'Alba 8 Terrenos pendientes de urbanizar junto a las instalaciones del sincrotrón, ayer, en Cerdanyola del Vallès.

Parc de l'Alba 8 Terrenos pendientes de urbanizar junto a las instalaciones del sincrotrón, ayer, en Cerdanyola del Vallès.

M. CATANZARO / A. MADRIDEJOS / Cerdanyola del Vallès

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La recesión y la reticencia de las empresas a invertir en I+D han impedido hasta ahora que Alba dinamice el sector empresarial, tal y como se esperaba cuando se inauguró el sincrotrón. El Parc de l'Alba, unas 340 hectáreas que el Ayuntamiento de Cerdanyola del Vallès y el Incasòl han destinado a desarrollo empresarial y residencial, sigue casi desierto. La única infraestructura empresarial activa es el nuevo centro de procesamiento de datos de La Caixa.

Los impulsores de Alba esperaban que el sincrotrón atrajera empresas deseosas de utilizarlo para mejorar sus productos, como ocurre en centros parecidos en otros países. El interés manifestado por la farmacéutica Esteve y la química Henkel aún no se ha concretado.

EJE DE LA B-30 /«Alba está en una zona con un potencial de desarrollo muy interesante», dijo a este diario Montserrat Termes, profesora de la Facultad de Economía de la Universitat de Barcelona, tras publicar un estudio sobre las empresas del eje de la B-30. Este es el área que se articula en torno al tramo central de la autopista AP-7 / B-30 (Sabadell, Terrassa, Rubí, Sant Cugat, Cerdanyola, Barberà, Ripollet y Sant Quirze), una de las áreas de mayor densidad industrial de Europa.«Durante los años de crecimiento se emplazaron aquí muchas empresas expulsadas de Barcelona o del Baix Llobregat por el alto precio del suelo», explicó Termes.

La zona congrega también el Parc de Recerca UAB, varios institutos del CSIC, el Institut d'Investigació i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA), Esade Creapolis y el Parc Tecnològic del Vallès. Según el estudio de Termes, la mayoría de las industrias de la zona son pequeños proveedores de unas pocas multinacionales, como Seat. Se esperaba que el sincrotrón contribuyera a dar un salto cualitativo hacia empresas más innovadoras, cobijadas en el Parc de l'Alba.

Sin embargo, la crisis ha frenado en seco el proyecto.«Además del centro de La Caixa, la ingeniería Sener está haciendo obras para abrir una sede en el parque en agosto», afirma el director del parque, Pere Solà.«En cualquier caso, el impacto económico se verá a medio y largo plazo», precisó Termes.«Estar en el medio de un caldo de cultivo empresarial sería un plus»,afirma Gastón García, director en funciones del sincrotrón.«De momento, aprovechamos las sinergias con el Parc Científic de la UAB», añade.

EXPERIMENTOS / Otro plan que está tardando en concretarse es el de atraer empresas para que hagan experimentos dentro de la propia instalación. Hasta los años 70, compañías como Siemens, Philips o Epson tenían laboratorios propios en varios sincrotrones: estas industrias de microelectrónica utilizaban la radiación de sincrotrón para controlar la pureza de sus semiconductores. Con la crisis del petróleo, casi todos esos centros se cerraron, pero las empresas siguen pidiendo horas para hacer mediciones. Recientemente, la empresa automovilística Toyota ha construido una línea propia en un sincrotrón de Japón para optimizar el rendimiento de los catalizadores de los tubos de escape. Pero el cliente principal de los sincrotrones es la industria farmacéutica, que los utiliza para investigar y para analizar las moléculas de los medicamentos.

«La culpa no es la crisis. Aun sin crisis, sabíamos que nuestro tejido empresarial no reaccionaría fácilmente en el corto plazo», prosigue García. Para enderezar el rumbo, este año se realizarán varias campañas de atracción de empresas. De momento, las que más se han beneficiado de Alba son las constructoras: la ingeniería catalana Master, por ejemplo, ha conseguido un encargo en el sincrotrón de Grenoble a raíz del trabajo realizado en Cerdanyola. H