EL FUTURO DEL SECTOR INFORMATIVO

La incierta transición hacia el modelo digital

Los responsables de las principales cabeceras catalanas debaten sobre el papel de los diarios en la era de internet

De izquierda a derecha, Bassets, Carol, Grau, Hernàndez y Vera, durante la mesa redonda.

De izquierda a derecha, Bassets, Carol, Grau, Hernàndez y Vera, durante la mesa redonda. / periodico

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BARCELONA

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Que la adversidad une ha quedado claro en el Palau Macaya de Barcelona, sede del sexto Congreso de periodistas de Catalunya. Representantes de las principales cabeceras de Barcelona han soslayado la competencia en una mesa redonda para conjurarse ante el mayor reto del sector: consolidar un modelo de negocio viable para culminar una transición de lo impreso a lo digital

El director de EL PERIÓDICO, Enric Hernàndez, ha apostado por la trazabilidad de la navegación y la segmentación de la audiencia como un reclamo irresistible para el anunciante. El 'big data' como el futuro "gran negocio" que puede reportar ingresos para preservar el papel de los diarios de "fiscalizador del poder", con el que "fidelizar una audiencia suficientemente amplia" y "mantener el equilibrio ante presiones" externas.

El director adjunto de 'El País', Lluís Bassets, ha rechazado que esta sea una crisis más y ha hablado de un "cambio de modelo" en el que la prioridad es preservar el periodismo de calidad, "siempre de pago". El director de 'La Vanguardia', Màrius Carol, ha postergado el reinado digital mientras se vendan 650 millones de periódicos en el mundo, pese a que buena parte sean en Asia, como ha matizado Hernàndez. Carol ha marcado territorio al comparar "la credibilidad" de un bloguero con el aval de las cabeceras de prestigio.

Una reflexión en la que ha incidido el director adjunto de 'El Punt Avui', Jordi Grau. "¿Ahora todos somos periodistas? No, las personas son fuentes de información, no periodistas", ha zanjado. La directora de 'Ara', Esther Vera, también ha reivindicado el rol del informador, pero ha pedido huir de la frivolidad y "la dictadura del 'clic'" que pervierten la esencia de la profesión