COLECTIVOS

Impulso legal a la lengua de signos catalana

El Parlament regula hoy la vía de expresión de los sordos

F. M.
BARCELONA

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La Federación de Personas Sordas de Catalunya (Fesoca) ha convocado hoy a sus socios a las puertas del Parlament para celebrar conjuntamente el reconocimiento legal de un instrumento fundamental para ellos: la lengua de signos catalana. La Cámara aprobará esta mañana por unanimidad la regulación de este código autóctono, que dispone de una gramática propia desde hace ya cinco años y que usan más de 25.000 personas en Catalunya. Los usuarios optan por la lengua de signos catalana de forma masiva, a diferencia del bilingüismo entre catalán y castellano que se da en la comunicación oral.

Palabras comotomateohermano se representan de forma diferente a la lengua de signos española, que también tiene sus peculiaridades y obtuvo su paraguas legal hace tres años en el Congreso. Ya entonces esa norma estatal incluyó el reconocimiento de la lengua catalana en plano de igualdad con la española, de la que difiere en un 30% de expresiones por razones culturales, identitarias y de costumbres.

DOCENCIA E INTÉRPRETES La norma del Parlament regulará, entre otras cuestiones, el uso de esta lengua en la docencia, la acreditación profesional de los intérpretes y el derecho a usar los signos ante la Administración. De la misma forma que la Real Academia Española «limpia, fija y da esplendor» al castellano, la lengua de signos catalana dispondrá de un órgano de difusión bajo el marco del Institut d'Estudis Catalans.

La buena noticia de la ley para las personas sordas contrasta con la denuncia de la federación que representa a este colectivo del recorte en el número de intérpretes disponibles debido a la falta de actualización del apoyo económico que venía prestando el Ministerio de Sanidad y Política Social.

Esta falta de recursos ha obligado a la Fesoca a prescindir de parte de los intérpretes de los que disponía para que sus asociados pudieran llevar a cabo gestiones cotidianas como la declaración de la renta, visitas médicas e intermediaciones laborales. A ello se ha unido la denuncia de la falta de apoyo económico por parte del Consorcio de Educación del Ayuntamiento de Barcelona, que según Fesoca ha provocado que durante cinco meses haya sido la federación de sordos la que ha sufragado las nóminas, hasta que ha tenido que paralizar el servicio de intérpretes para estudiantes de bachillerato y educación secundaria en la capital catalana.

La ley sobre la lengua de signos catalana ha tardado tres años en ver la luz, desde que el mismo Parlament acordó impulsar el proyecto en abril del 2007.

FORMACIÓN UNIVERSITARIA / Uno de los aspectos novedosos de la regulación es que insta a impulsar la oferta de formación universitaria en esta materia. De hecho, desde el curso 2008-2009 la Universitat Pompeu Fabra (UPF) oferta dentro del grado de Traducción e Interpretación 20 plazas para poder especializarse en la lengua de signos catalana en pie de igualdad con el aprendizaje del inglés, el francés y el alemán. El plan de estudios de la nueva titulación universitaria, adaptada al espacio europeo de educación superior, fue elaborado en colaboración con la Fesoca. Hasta ahora los intérpretes de esa especialidad se formaban en la Formación Profesional de grado superior, informaJordi Casabella.