La Iglesia no nota la crisis en la asignación tributaria del Estado

La crisis no ha pasado factura a la Iglesia católica, al menos en lo tocante al dinero que recibe del Estado para salarios de obispos y el culto. La cantidad total recaudada por Hacienda, sobre la campaña de la renta del año pasado, correspondiente al ejercicio del 2012, asciende a 249 millones de euros, casi dos más que el año fiscal anterior.

La cantidad proviene de la llamada "asignación tributaria" a la Iglesia marcando la equis correspondiente en el impreso del IRPF. Lo hicieron el año pasado 7.339.102 de sus fieles, 19.000 menos que el anterior. Esta cifra no incluye a los que no están obligados a hace declaración, y los contribuyentes católicos no tienen que pagar un 0,7% más de impuestos, de acuerdo con el sistema que entró en vigor en enero del 2007, pactado entre el Estado de la Santa Sede y el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

Los datos ofrecidos por el secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), José María Gil Tamayo, y el vicesecretario para asuntos económicos, Fernando Giménez Barriocanal, muestran que en Catalunya se han registrado 9.311 declarantes menos, pero la aportación ha crecido en 404.842 con respecto al ejercicio anterior hasta suma 30.915.817 euros.

Catalunya, a la cabeza de los contribuyentes

Como explicó Gil Tamayo, Catalunya figura, junto a la Comunidad de Madrid y la de Andalucía, en el pelotón de cabeza de de las autonomías que más contribuyen. Sin embargo, las más católicas, a tenor del porcentaje de contribuyente que apoyan el 0,7% para la Iglesia, son Castila-La Mancha, Extremadura, la Rioja y Murcia.

“Estamos satisfechos. Esto es especialmente relevante en un año que de nuevo está marchado por la crisis y la sufren especialmente los que tienen menos recursos”, ha hecho a modo de valoración global el portavoz de la CEE, Gil Tamayo.