La rémora de un déficit sorpresivo

El IDIBELL cierra su centro de diagnóstico tras hallar un agujero de 1,8 millones en las cuentas del instituto

El equipo 8 Los miembros del Centro de Diagnóstico Genético Molecular (CDGM).

El equipo 8 Los miembros del Centro de Diagnóstico Genético Molecular (CDGM).

MICHELE CATANZARO / BARCELONA

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El 31 de julio pasado la dirección del Institut d'Investigació Biomèdica de Bellvitge (IDIBELLdespidió a 10 de los 13 trabajadores de su Centro de Diagnóstico Genético Molecular (CDGM), cuyo cierre se había ya anunciado a principios de ese mes. Así se acaba el centro investigador decano de Catalunya. Queda hasta octubre para procesar las muestras. Después, si el hospital no se lo queda, se procedería al cierre definitivo "si no se ve otra salida", afirma Alexandre Puerto, director de gestión del IDIBELL.

El CDGM pierde 200.000 euros al año desde el 2010. "Esto no ayuda en la situación económica delicada que estamos intentando regularizar -afirma Puerto-. Además, los asesores y los patronos consideran que esta unidad no debería estar en un entorno de investigación, sino asistencial".

El centro ha bajado de 1.500 muestras en el 2006 a 800 en el 2014. Pero Josep Gardenyes, trabajador del CDGM y miembro del comité de empresa, considera que esto se debe a los recortes en sanidad, que han limitado el volumen de análisis. También critica que la dirección no haya "tomado en cuatro años ninguna medida para aligerar la situación". Finalmente, denuncia que la decisión se tomó sin consultar a los trabajadores y sin prever un traspaso al hospital, como sí ocurrió con un centro parecido en el Josep Trueta de Girona.

MEDIDAS DE AHORRO

El cierre se suma a otras medidas de ahorro, como la interrupción de la convocatoria de becas propias desde el 2013. La dirección pretende sacar al IDIBELL de un déficit de 1,8 millones de euros que apareció en las cuentas del instituto en el 2013 (el año anterior fue de 322.000 euros).

En mayo de ese año, alegando previsión de pérdidas, el instituto despidió a cuatro investigadores, entre ellos Teresa Casals y Ángeles Sierra, expertas en fibrosis quística y cáncer de mama. En septiembre, la Generalitat cesó al director y al gerente del IDIBELL, Emilià Pola y José Manuel Eiré. Ahora, Casals está en el paro y Sierra se autofinancia con un proyecto ministerial en otro centro, mientras Pola es director ejecutivo de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) y Eiré trabaja en la administración del Centre de Regulació Genòmica (CRG).

Puerto atribuye los números rojos a "la situación del entorno", como la reducción de los fondos competitivos y déficits anteriores. "También se revisaron con los auditores los criterios, para ser lo más exactos y ajustados a la actualidad y a los cambios de normativa", afirma. Y aunque admite que "la situación económica es difícil", destaca que el déficit se redujo a la mitad en el 2014 y asegura que no se prevén más cierres, pero sí "optimización" de unidades. Está buscando también fondos para volver a convocar las becas IDIBELL.