Ernesto Romero: "La violencia machista se debe equiparar al terrorismo"

Este mecánico de motos coge su bici y corre, sin asistencia, la Titan Desert contra las agresiones sexistas. No hay manera de encontrar una gran marca que le patrocine.

«La violencia machista debe equipararse al terrorismo»_MEDIA_1

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POR
Núria
Navarro

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–En el 2012, estaba con cuatro amiguetes en un bar. En la tele echaban las noticias. Después de las movilizaciones de los antitaurinos contra las corridas –que generó todo tipo de comentarios–, informaron sobre el asesinato de una chica a manos de su pareja. Nadie dijo ni media palabra. "Hostia –pensé–, esto no tiene sentido". Empecé a leer sobre el tema, a documentarme. Yo corría en bici la Titan Desert desde el 2008, busqué una asociación contra la violencia machista que representar y desde el 2013 llevo el logo de Mujeres en Igualdad.

Así empezó el compromiso de Ernesto Romero (Barcelona, 1975), un mecánico de motos de la Barceloneta, casado y con dos hijos. Sin apenas financiación y con una mochila de 10 kilos, rueda 600 kilómetros en seis días atravesando el Sáhara marroquí para frenar la 'epidemia'. Es una prueba de resistencia que desmonta a más de un 'ironman'. Su aguante, bromea, le viene de cuando se pegaba 20 horas en el '850' para llegar al pueblo de sus padres, en la Sierra de Segura (Jaén).

¿Algún caso de violencia machista en su entorno? Ninguno. Lo mío es una cuestión de empatía. ¿La gente no se da cuenta de que los asesinatos de mujeres ocupan el quinto o el sexto puesto en un noticiario?

La mayoría de mujeres, sí. Yo tengo dos hijos varones, dos potenciales 'maltratadores' si no los educo en la igualdad. Hay que empezar a inculcar valores desde abajo. Las niñas del cole del mayor, José Antonio, dicen que están encantadas con él porque "no pega". ¡No pega! ¿Se da cuenta?

Sí. ¿Y sus amigos? ¿Qué opinan de su implicación? Al principio decían groserías del tipo "hay que cortarles el cuello a todas". Ahora percibo un cambio de mentalidad. Seguramente porque los de mi generación saben lo importante que es el sueldo que ganan las mujeres en la economía familiar. O quizá es que se cortan delante de mí...

Quedan aún 118 años para la igualdad, según el último informe mundial sobre la brecha de género. Eso he leído. Mientras, debería equipararse la violencia machista al terrorismo. En los años 80, cuando ETA asesinaba a alguien en la calle, cortaban la programación de la tele para dar la noticia. La mujer, que tiene al enemigo en casa –el lugar en el que debería de sentirse segura–, es asesinada y la programación no se para.

En su defensa corre usted sin apenas respaldo. Participo en la Titan Desert en la categoría Adventure, que es para gente que no lleva equipo, ni fisio, ni nada. Pequeños patrocinadores cubren los 2.000 euros que cuesta lo mínimo.

¿Nunca ha buscado uno bien grande? Me he tirado horas y horas mandando correos a los departamentos de márketing de grandes marcas, no por el dinero, sino por el tirón mediático que tienen en las redes, pero no hay manera.

¿Qué significa "no hay manera"? Se desentienden. Si en el departamento de márketing hay una mujer, al menos contesta y se disculpa. Los tíos ni se toman esa molestia. En la carrera de Atacama intenté que cubrieran 3.000 euros, y de tapadillo me dijeron: "La lucha contra la violencia de género no vende, si fuera cáncer infantil...".

Muy elocuente. Una pena.

Oiga, ¿usted da el callo en su casa? Mi esposa está estudiando un curso de auxiliar de farmacia y yo me encargo de la intendencia: los niños, la compra, la comida, los deberes y mi trabajo en el taller de motos, que llevo yo solo. Así es como te das cuenta de la cuota extra que asumen la mayoría de las mujeres.