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El hombre bala de Badalona

Xavier García Albiol.

Xavier García Albiol.

CARLES COLS
BADALONA

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Por tercera vez, el alcalde Xavier García Albiol, del PP, anunció ayer severísimas condiciones para que los inmigrantes no puedan acceder a una parte de las ayudas sociales que presta el Ayuntamiento de Badalona. A los más avezados en la badalonalogía contemporánea, esta promesa de mano dura les generará una desconcertante sensación de déjà vu. Efectivamente. No es nueva. Lo defendió primero durante la campaña electoral y lo propuso después en el 2012, cuando ya era alcalde. No pasó el filtro de la oposición. García Albiol gobierna en minoría. Y, claro, no hay dos sin tres. En el próximo pleno, la oposición se la volverá a tumbar. Uno de los números circenses más peculiares es el hombre bala, porque la munición, un artista de indudable valor, puede ser disparada una y otra vez. Como el reglamento de servicios sociales de Badalona.

«Es una cuestión de justicia que quien acaba de llegar a Badalona no tenga los mismos derechos a acceder a este tipo de ayudas que aquellos que llevan toda la vida pagando sus impuestos y ahora necesitan ayuda». García Albiol no suele andarse por las ramas en este tipo de cuestiones.

El reglamento pretende excluir de las ayudas complementarias a quien no acredite cinco años de padrón en la ciudad; a los simpapeles, por supuesto, y también a quien haya sido multado por una infracción grave o muy grave de las ordenanzas de civismo. Este Badalona para los badaloneses tiene como meta -asegura el alcalde- «ayudar a las familias de clase media que estén pasando por un momento de dificultad».

Lo dicho. La oposición, PSC, CiU e ICV-EUiA, esta vaquilla ya la ha toreado. Ayer, como en las ocasiones anteriores, invitaban a leer la letra pequeña del reglamento, pues las restricciones no afectan a las prestaciones básicas, sino a las complementarias. El convergente Ferran Falcó, lo más cercano a un aliado ocasional que tiene García Albiol en el pleno municipal, puso un ejemplo. «Lo que alcalde pretende es que un niño peruano celiaco con tres años de residencia en Badalona no pueda disponer de la ayuda de dieta especial del comedor escolar». Reglamento en mano, sería tal cual lo dice. «La categoría moral de lo que ha anunciado el alcalde está a la altura del gobierno que preside», añadió Falcó.

El no de CiU parece indiscutible, y es imposible que el alcalde encuentre consuelo más a la izquierda. El exalcalde socialista Jordi Serra recordó que, según el propio ayuntamiento, el año pasado se otorgaron en la ciudad 930 ayudas, de las cuales 726 fueron para españoles. Serra sostiene que el ahorro real de una medida como el reglamento de servicios sociales presentado ayer es insignificante desde el punto de vista económico, pero sospecha que lo que el alcalde en verdad pretende es el enorme rendimiento político que conlleva un anuncio así a un año de las elecciones, se apruebe o no. En cierto modo, el reglamento correrá la misma suerte que otra promesa estrella de García Albiol en campaña, la gratuidad de los libros de texto escolares para los familias de Badalona. Si las cuentas no fallan, esa bala la ha disparado también tres veces desde que es alcalde.