accidente en EL NORTE DE FRANCIA

6 heridos graves al empotrarse un bus en un túnel

El autocar se quedó empotrado y sin techo en el túnel del Gran Bulevar de Lille.

El autocar se quedó empotrado y sin techo en el túnel del Gran Bulevar de Lille.

VICENÇ BATALLA / PARÍS

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En una ruta de Bilbao a Ámsterdam para un viaje de turismo de seis días con una sesentena de estudiantes y acompañantes, no parece que el autocar hubiera tenido que pasar por el Gran Bulevar de Lille, en el norte de Francia. Pero, cerca de las 5.30 de la mañana del domingo, el chófer tomó esta vía y empotró el autocar de 3,65 metros contra un minitúnel de 2,60. El techo del vehículo resultó seccionado y cayó a la calzada. Las primeras informaciones apuntan a que el GPS dictó el itinerario. El balance fue de una veintena de heridos, cuatro graves y dos muy graves.

Según fuentes próximas a la investigación, el conductor de la compañía Alba de Bermeo, contratada por Viajes Livingstone de Bilbao, confesó ante la policía que se había confundido a causa del GPS. El chófer de 59 años, y que se alternaba durante el viaje con otro conductor, es objeto de una investigación por «heridas involuntarias». Tanto él como su compañero dieron negativo en la prueba de alcoholemia.

Los dos heridos muy graves son un joven que sufre traumatismo craneal y una chica con lesiones en la zona abdominal. Además, en el Hospital Universitario de Lille están ingresados otros cuatro heridos de gravedad y 15 de menor consideración. El resto del pasaje, con 53 estudiantes, los dos conductores, dos acompañantes y sus dos esposas, fueron trasladados al polideportivo Romarin, en la localidad de La Madeleine, limítrofe al norte con Lille, donde fueron atendidos por personal psicológico.

«Nos despertamos brutalmente», contaron Iskander y Erlanta al diario regional La Voix du Nord. «Los que resultaron más graves fueron los que se hallaban en la parte trasera del autobús», precisaron las dos estudiantes sobre sus compañeros de Bilbao, San Sebastián y Vitoria, de entre 18 y 20 años.

«Hubo mucha sangre, muchos gritos y un gran miedo», detallaron las dos jóvenes que, después, indicaron que «el techo del vehículo cayó y provocó heridas en la cara». Para Erlanta, también era claro que «es el GPS del autocar lo que les hizo tomar este recorrido».

POSICIÓN BAJA

Los responsables del Hospital de Lille añadieron que el siniestro no fue más grave porque los pasajeros estaban durmiendo en ese momento y tenían el cuerpo en posición baja, ya que el choque con la parte superior del túnel seccionó todos los reposacabezas del bus.

Las hipótesis de por qué el chófer no vio la señal de prohibición de una mayor altura de 2,60 metros provocó un debate en la misma metrópolis de Lille, pues en el bulevar y en este túnel son habituales este tipo de accidentes. Aunque, hasta ahora, ninguno había sido tan grave. A principios de junio, una furgoneta se incrustó al ignorar el pórtico unos metros antes donde se puede comprobar si el bus puede pasar.

«El consejo del departamento reinstaló el dispositivo en diciembre pasado, pero cada vez que un camión se lleva por delante las cadenas, estas se separan y ya no hacen efecto», se quejó a la televisión pública francesa el alcalde de La Madeleine, Sébastien Leprêtre. «Hay que instalar una señal luminoso agresiva como disuasión. Hace años que propongo que se active una alerta GPS con el mismo objetivo», dijo.