La Haya falla mañana sobre una disputa fronteriza entre Eslovenia y Croacia

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El Tribunal de Arbitraje de La Haya tiene previsto dictar mañana su fallo sobre una disputa fronteriza entre Croacia y Eslovenia, un problema territorial que ha envenenado las relaciones bilaterales desde la independencia de ambas repúblicas de la antigua Yugoslavia a principio de los años 90.

Eslovenia ha manifestado que respeta de forma incondicional el proceso de arbitraje y su veredicto, aun si le fuera desfavorable, mientras que Croacia lo considera desde 2015 inválido y ha anunciado que no lo reconocerá aunque le sea favorable.

Eslovenia, un país de dos millones de habitantes que es miembro de la Unión Europea desde 2004, había condicionado el ingreso de Croacia, de 4,2 millones de habitantes, a la resolución de las disputas fronterizas.

Eslovenia llegó a bloquear durante un año las negociaciones de adhesión a la UE de Croacia.

Gracias a la mediación de la Comisión Europea ambos países acordaron en 2009 un arbitraje internacional, con lo que Eslovenia aceptó la entrada de Croacia en la UE, que se formalizó en julio de 2013.

La disputa tiene varios puntos, pero el que más discordia ha levantado es el trazado de la frontera marítima en el adriático.

Croacia insiste en que la Bahía de Pirán -situada en el Golfo de Trieste- se divida por la mitad, mientras que Eslovenia considera que tiene derecho a más, para poder tener una salida propia a aguas internacionales.

Eslovenia tiene una diminuta costa de casi 47 kilómetros, situada entre Italia y Croacia.

En 2015 Croacia dio por roto de forma unilateral el arbitraje tras la publicación en medios croatas de las transcripciones de varias conversaciones entre un miembro esloveno de la Corte y funcionarios de Eslovenia.

Según Zagreb, esto demostrarían que se había influido de forma ilegal sobre el Tribunal y que el veredicto estaba ya decidido a favor de Eslovenia.

El juez esloveno implicado en el caso y una funcionaria de ese país dimitieron y el mismo Tribunal reconoció en 2016 que la parte eslovena había violado algunas disposiciones del acuerdo de arbitraje, pero no hasta el punto de que el proceso tuviera que ser suspendido.

Eslovenia, apoyada por la Unión Europea, insistió en que el proceso de arbitraje debía continuar.

Sin embargo, Zagreb ha vuelto desde entonces a su demanda inicial de que el conflicto se dirima ante el Tribunal de Justicia de La Haya, ante el Tribunal internacional del Derecho del Mar de Hamburgo (Alemania), o mediante un acuerdo bilateral.

"Croacia no aceptará ni rechazará el resultado del arbitraje, ya que no existe para nosotros", dijo recientemente la presidenta croata, Kolinda Grabar-Kitarovic.

"El arbitraje ha sido contaminado de forma irreversible. Para nosotros se trata de un caso cerrado, pero seguimos abiertos al diálogo", dijo el primer ministro croata, Andrej Plenkovic.

El Gobierno esloveno ha anunciado que mañana será un "día histórico" para el país y que la decisión del arbitraje debe ser acatada de forma completa e incondicional.