INICIATIVA SOSTENIBLE EN ALEMANIA

Hamburgo dice adiós al plástico

Una papelera repleta de cápsulas de café.

Una papelera repleta de cápsulas de café. / periodico

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hamburgo ya no comprará más cápsulas de café ni agua embotellada. La administración de la mayor ciudad portuaria de Alemania ha dado un paso al frente para convertirse en un modelo ecológico y ha aprobado un plan para dejar de adquirir productos de plástico.

Cada año el gobierno de esta localidad norteña destinaba unos 250 millones de euros a la compra de material administrativo. El alto coste medioambiental de los productos de plástico, especialmente aquellos que tienen un ciclo de vida muy corto, ha hecho que el consistorio tome medidas y adopte un plan sin precedentes en Alemania. A finales del mes pasado Hamburgo puso en marcha la “guía de la compra verde”, un documento de 150 páginas en el que se detalla que tipo de productos se podrán comprar y una alternativa sostenible.

NORMAS ECOLÓGICAS

El catálogo presenta una serie de normas medioambientales y de recomendaciones que afectan a los sistemas de iluminación, de higiene, de oficinas, transporte e incluso de uniformes. Por ejemplo, Hamburgo ofrecerá alternativas a los coches de empresa y pondrá a disposición de sus funcionarios una flota de bicicletas o suscripciones al transporte público. Con esta medida la ciudad alemana añadirá un aliciente e incentivos a un comportamiento más verde de sus trabajadores.

Además de presentar recomendaciones el texto aprobado por el ayuntamiento de Hamburgo no ha dudado en eliminar el consumo de determinados productos. De esa manera, las cápsulas de café, el agua embotellada, el papel, los platos desechables o los productos de limpieza que contienen cloro quedaran restringidos y será prohibido comprarlos con el dinero de los contribuyentes. Eso hace que la guía también tenga un carácter vinculante para las arcas de la ciudad. “Es una señal importante para la economía y para las personas pero aún más para el futuro”, aseguró Jens Kerstan, senador del partido verde, que gobierna en la ciudad desde el 2008.

IMPACTO NACIONAL

La medida puede tener un amplio alcance. Con 1,8 millones de habitantes Hamburgo es la segunda ciudad más poblada de Alemania después de Berlín. Aún así es la más rica muy por delante de Baviera. Aplicar el modelo verde a una potencia local como esta tendrá repercusiones en el país. Según los cálculos de la Agencia de Protección del Medio Ambiente, el personal público de Hamburgo consume unos 206 millones de hojas de papel por año. Pasar a un modelo verde y de reciclaje permitiría ahorrar 51,9 millones de litros de agua y 285 toneladas de dióxido de carbono emitido a la atmósfera. El salto es indudable.

Alemania es uno de los principales referentes europeos en la llamada transición verde hacia las energías renovables. La consciencia medioambiental de sus ciudadanos es palpable a pie de calle con la gran variedad de contenedores de los que se disponen para clasificar los materiales o con las máquinas que te dan dinero por cada botella reciclada. No es de extrañar entonces que una ciudad alemana como Hamburgo haya sido pionera al hacer este gesto. Quizás dentro de unos años su excepcionalidad ya será norma.