INVESTIGACIÓN ARQUEOLÓGICA

Hallados en China restos de una especie humana desconocida

Los individuos, que tienen 11.500 años, fueron vecinos de los 'sapiens' modernos

Reconstrucción artística de un individuo de los 'ciervos rojos'.

Reconstrucción artística de un individuo de los 'ciervos rojos'.

ANTONIO MADRIDEJOS
BARCELONA

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El Homo sapiens es hoy en día la única especie humana que puebla la Tierra, pero cada vez aparecen más indicios de que esta soledad es relativamente reciente. El último descubrimiento, hecho público ayer por un equipo internacional de arqueólogos, es el de diversos fósiles de lo que se supone una nueva especie humana que vivió en la actual China hace entre 11.500 y 14.500 años, en la Edad de Piedra, y que presenta una inusual combinación de rasgos físicos arcaicos y modernos.

El estudio, publicado en la revista Plos One, ha sido dirigido por Darren Curnoe, de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Sídney (Australia), y Ji Xueping, del Instituto de Arqueología de Yunnan, en Kunming (China). Los restos fueron localizados en sendas cuevas de Maludong (provincia de Yunnan) y Longlin (Guangxi). Los científicos denominan a estos hombres pueblo de los ciervos rojos porque los cazaban en abundancia.

ATRIBUCIÓN PENDIENTE / Los investigadores afirman que los fósiles -dientes y fragmentos de cráneos- pertenecen a cuatro individuos de una población que fue coetánea de los seres humanos modernos, aunque insisten con prudencia en que son necesarios más estudios para poder atribuirlos exactamente a una nueva especie independiente. Lo mismo considera Eudald Carbonell, director del Institut Català de Paleoecologia Humana (IPHES): «No es en absoluto descabellado que la evolución humana diera lugar a una nueva especie en zonas remotas del sur de China, pero hay que ir con cuidado porque la variabilidad humana es muy grande». Entre otros factores, a menudo se proponen nuevas especies con muy pocos huesos.

Los fósiles, similares entre sí, fueron descubiertos en 1979 y 1989, pero el material permaneció sin analizar hasta fechas recientes. Entre las características que los alejan de los humanos modernos destaca el prominente arco superciliar (la protuberancia situada en las cejas, al estilo de los neandertales), el rostro bastante corto y plano (sin mentón), la mandíbula saliente, la nariz ancha y los grandes dientes molares.

Hasta ahora no habían sido hallados en el este de Asia fósiles humanos de menos de 100.000 años que se diferenciaran físicamente del Homo sapiens actual, lo que sugería que no hubo humanos en la región hasta que en fechas recientes, a partir de hace 70.000 años, llegaron individuos procedentes directamente de África. El hallazgo del pequeño Homo floresiensis en el año 2003 y el nuevo descubrimiento ponen en duda esta hipótesis. En opinión de Darren Curnoe, solo caben dos posibilidades para explicar esta desconocida población: que fuera una especie primitiva que evolucionó y sobrevivió en China hasta el final de la Edad de Hielo o que se trate de representantes de una migración muy temprana y desconocida de hombres modernos desde África.