La Guardia Urbana pondrá patrullas de paisano en los autobuses

La Guardia Urbana de Barcelona intensificará, durante los días de Semana Santa, la vigilancia y el control de las zonas con mayor afluencia de personas, especialmente aquellos puntos de la ciudad más concurridos por turistas.

El intendente y portavoz de la Guardia Urbana, Carles Reiner, ha explicado que las nuevas actuaciones, que se pusieron en marcha el 12 de abril y se mantendrán hasta el próximo día 21, se centrarán en el distrito de Ciutat Vella y en el Eixample, además de en zonas de ocio y comerciales. Paralelamente, se establecerá un servicio especial de vigilancia preventiva en las playas de Barcelona y en varios iconos turísticos de la ciudad como la Sagrada Familia, el Park Güell, la Rambla, la Fuente Mágica de Montjuïc o el casco antiguo.

Como novedad, Reiner ha destacado la presencia de patrullas de paisano en los autobuses metropolitanos, en el Bus Turístic y en el autobús que conecta el aeropuerto de El Prat con Barcelona, y cuyos agentes estarán tanto en las paradas como en algunos de los recorridos. Sin embargo, Carles Reiner ha insistido en que es una medida preventiva por la mayor afluencia de turistas y de ciudadanos en las calles, ya que "no hemos detectado un aumento en este tipo de delincuencia en ningún lugar".

De hecho, el intendente ha resaltado que "este año las estadísticas son positivas", porque se ha registrado una disminución de delitos en Barcelona. A pesar de la reducción de delitos, la actuación de la policía local se centrará en impedir "los hurtos, los robos con violencia, los tirones, los actos contra las personas y todo tipo de actividades que por su reiteración sean susceptibles de producir alarma social", ha asegurado.

Inspecciones a autobuses turísticos

También a nivel de movilidad, además de reforzar el dispositivo de la operación 'Xarxa' en el metro, la Guardia Urbana hará inspecciones para comprobar que los autobuses turísticos vayan en condiciones, que los conductores respeten los horarios y no vendan más pasajes de los disponibles. Por otro lado, diversas patrullas controlarán la venta ambulante, sobre todo en los lugares más céntricos, y los locales de ocio para que "con la llegada del buen tiempo las terrazas no molesten a los vecinos con ruido".

Por último, se realizarán controles de alcoholemia y de velocidad y, en coordinación con el Servicio Catalán de Tráfico, se establecerá un servicio específico de regulación y vigilancia del tráfico. "En general, se trata de un cambio de situación: hace más buen tiempo, hay más actividad, la gente se desplazará hacia unas determinadas zonas de la ciudad -las playas- y adaptaremos nuestro dispositivo a la nueva situación de la demanda", ha remarcado Reiner.

Con este dispositivo, la policía de Barcelona ha asegurado que este año pretende comenzar a actuar "antes de que lleguen los meses de más calor" para evitar que "determinados fenómenos se instauren en algunos ámbitos de la ciudad".