Gritos de "libertad, libertad" en la última corrida de Barcelona

La última corrida en laMonumental de Barcelona ha empezado esta tarde entre prolongados aplausos a los toreros y gritos de "libertad, libertad" procedentes de un tendido lleno hasta la bandera y en estado de ebullición. Los gritos no eran para liberar a los toros, sino en favor de la continuidad de las fiestas taurinas en Catalunya.

La plaza de toros de la Monumental se ha despedido de los aficionados con un cartel de lujo formado por el madrileñoJosé Tomás, el extremeñoJuan Moray el catalánSerafín Marín. Una lidia que pone fin a casi un siglo de historia taurina de ese edificio barcelonés, testigo de la historia de la ciudad. José Tomás ha respondido a la expectación generada y ha cortado dos orejas en su primer toro con una faena muy completa tanto de capote como de muleta, que ha tenido también buena rúbrica con la espada. Tomás ha paseado las dos orejas con unasenyera.

El diestro catalánSerafín Marín ha cortado las dos orejas al último toro de la historia de la plaza de Barcelona, de nombreDudalegre, número 23, negro mulato, nacido el 3 de marzo del 2007, y que pesó 567 kilos. Datos para la historia ya que la faena no tuvo la rotundidad que reconoce el premio final. Y es que el toro, deslucido en extremo, sin casta ni recorrido, desentendiéndose mucho de los engaños, aportó muy poco. Pero era el último. La gente quiso sacar a los tres toreros a hombros. Ha sido el último grito de reivindicación por el toreo en Catalunya.

Políticos en la cita

Los políticos catalanes contrarios a la prohibición de las corridas de toros, que aprobó el Parlament en julio del año pasado y entrará en vigor a partir del próximo 1 de enero, han acudido a la cita y, en declaraciones a la prensa antes de entrar en la plaza, han defendido otra vez su posición a favor de la fiesta taurina. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, ha dicho que "seguirá luchando" para que los toros vuelvan a Catalunya y ha recordado que su partido ha interpuesto un recurso ante el Tribuna Constitucional con este objetivo.

El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, también ha acudido al coso barcelonés, a pesar de que ha reconocido que no es aficionado y nunca había ido a los toros en la Monumental. "Vengo porque estoy en contra de las prohibiciones y porque los partidos que han votado la prohibición no lo han hecho para defender a los animales sino porque quieren romper con todo lo que tenga que ver con España", ha dicho.

Protestas y fotografías

Los alrededores de la plaza se han llenado de aficionados y curiosos que se fotografiaban frente a la Monumental, mientras al otro lado de la calle de la Marina, colindante con la plaza, una veintena de antitaurinos se manifestaban contra las corridas como llevan haciendo desde años cada vez que hay un festejo. Con pancartas de "Adiós" a los toros, una monumental esquela y gritos de "hasta nunca", los activistas antitaurinos, que este mediodía convocaron a un "brindis fúnebre" para saludar el final de los toros en Catalunya, permanecían en las aledaños de la Monumental iniciada ya la corrida de la despedida.

En los últimos dos días, taurinos y antitaurinos han demostrado que los ánimos están encendidos, con intercambio de insultos, pero sin llegar, al menos hasta el momento, a incidentes en los alrededores de la plaza donde se ha desplegado un dispositivo policial para evitar disturbios. Unas 20.000 han acudido a la plaza de toros para el adiós de La Monumental a la fiesta taurina, si bien no hay representación oficial del Ayuntamiento de Barcelona. El propio alcalde, el nacionalista Xavier Trias, dijo que nadie iría en representación del consistorio a esta última lidia.