La gripe satura urgencias y multiplica las visitas a CAP

Los virus que afectan las vías respiratorias, en especial el de la gripe, que desde hace una semana se esparcen en proporciones epidémicas en Catalunya, se convierten en graves riesgos para la salud en los ancianos que sufren enfermedades crónicas graves, y para algunos recién nacidos aún demasiado indefensos. Ambos colectivos, a los que médicos de familia y pediatras aconsejan desplazarse al hospital cuando sufren dificultad para respirar, han empezado a saturar los servicios de urgencias de los centros catalanes. La semana pasada, el síndrome gripal afectó a 300 de cada 100.000 menores de 4 años sanos, muchos de ellos bebés de pocos meses (el umbral epidémico se alcanza cuando enferman 100 de cada 100.000 personas).

La población adulta joven recurre al servicio médico del 061 cuando sufre gripe, o se desplaza al centro de asistencia primaria (CAP) si la fiebre no se lo impide. El 061 atendió la semana pasada 28.293 visitas domiciliarias. Los CAP de Catalunya recibieron la semana pasada 791.921 visitas y los servicios de urgencia de los hospitales 65.890, lo que supuso un incremento del 10% de demanda en relación a la semana anterior.

Los grandes hospitales de Barcelona han activado sus planes de atención invernal, que consisten en destinar a la población con dificultades respiratorias o neumonía camas que en otras circunstancias acogerían a pacientes recién operados de dolencias no urgentes, rescatados de las listas de espera. En el Hospital del Mar, con sus servicios saturados desde las Navidades, algunos ancianos enfermos son trasladados a una planta específica habilitada en el Hospital de la Esperança. «Las salas están llenas, pero este episodio no ha hecho más que empezar -afirmó ayer un especialista en medicina interna del Mar-. Las dos próximas semanas serán mucho peores».

ESPERANDO UNA CAMA / En el Hospital de Vall d'Hebron se ha incrementado en un 4% la afluencia de pacientes de edad avanzada que acuden a urgencias afectados por insuficiencia respiratoria, informó un portavoz del centro hospitalario. Esos enfermos, que deben ser hospitalizados hasta recuperar su estabilidad, son atendidos y tratados al llegar, pero deben aguardar varias horas hasta ser trasladados a una planta de hospitalización.

Los médicos de los CAP han multiplicado las visitas domiciliarias a sus pacientes habituales, actividad que alternan con las enfermeras, que acuden a los domicilios y resuelven los conflictos que sufren numerosos ancianos que, de pronto, deben añadir a la media docena de fármacos que toman a diario, los indicados para atenuar los síntomas gripales, la bronquitis o la fiebre.

El temor a que la gripe que se sufre sea gripe A, inquietud recurrente estos días, no tiene razón de ser, aseguró un especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Clínic. «Siempre, desde que se conocen los virus gripales, ha habido gripe A, pero como ahora se analiza a los enfermos con neumonía, por razones epidemiológicas, y se difunden sus cifras, parece que sea una cosa nueva y amenazante», afirmó.