El Govern angustia a las entidades sociales al dejar de pagarles un 25%

Ancianos almuerzan en una residencia para la tercera edad en Barcelona, en el 2013.

Ancianos almuerzan en una residencia para la tercera edad en Barcelona, en el 2013.

TONI SUST
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Desde que hay crisis en Catalunya, no hay año en que las entidades sociales no acaben pagando el pato siempre en verano, en forma de impago recorte. Parecía que esta vez no iba a suceder, aunque solo fuera porque hoy empieza el otoño, pero por días no fue posible esquivar el golpe. El pasado viernes, Benestar Social comunicó a las entidades que les dejará de pagar el 25% de la nómina correspondiente a septiembre, algo que como en ocasiones anteriores justifica por los problemas de tesorería de la Generalitat. Benestar cifra el pago que le corresponde mensualmente a las organizaciones del tercer sector en unos 50 millones de euros. Es decir que lo que no se abonará asciende a algo más de 12 millones de euros.

La afectación en número de entidades es algo menor en porcentaje: el recorte alcanzará a un 16% de las entidades. Estas cobrarán solo el 50% de lo que les tocaría. El por qué de ese 16%, según fuentes del departamento que dirige Neus Munté, es que esta vez se ha optado por imponer el impago a entidades «grandes» que por su envergadura tienen más fácilidad que otras para asumir la situación. Aunque eso es algo que ve más claro el Govern que las propias entidades afectadas.

Según datos que Benestar ha hecho llegar a las entidades, el recorte del 50% se impone, en el ámbito de los pagos que dependen del Institut Català d'Assistència i Serveis Socials (ICASS), en todos los casos de servicios de gestión delegada; por ejemplo, una residencia de construcción pública con gestión privada. En los casos de servicios concertados, residencias privadas que acuerdan el concierto de las plazas con la Administración, por poner otro ejemplo, el impago no es lineal y afecta solo a unas cuantas entidades. En el caso de las entidades que dependen de la Direcció General d'Atenció a la Infància i l'Adolescència (DGAIA), la conselleria ha subrayado que ha querido preservar a entidades de naturaleza económica más débil.

Con ello se ha buscado combatir el efecto demoledor que tuvo el impago del concierto social en su conjunto, en agosto del 2012, que hizo zozobrar durante semanas a un gran número de entidades sociales de estructura pequeña, para las que un impago equivale a no pagar nóminas el primer mes y cerrar poco después.

LOS MALOS MESES QUE VIENEN

El aplazamiento de septiembre no supone un punto de inflexión tan duro como el de otras ocasiones precedentes, y de hecho no es lo que suscita más inquietud en el tercer sector. Lo que más preocupa son los meses venideros. Porque el Govern no solo ha informado a las entidades del impago que ahora sufrirán. Ha advertido además de que los problemas de tesorería no van a acabarse, más bien al contrario, y ha anunciado como probables nuevos recortes en los pagos de Benestar Social en los próximos meses. La Taula del Tercer Sector, que agrupa a 4.000 entidades, abordará hoy la cuestión, preocupada por el horizonte que les espera.

En cuanto al Govern y a Benestar, hasta ahora han centrado la explicación de recortes e impagos en culpabilizar al Gobierno central y a la asfixia económica a que este somete al autonómico a raíz de las políticas de austeridad. Es el discurso de la 'consellera', que al igual que su antecesor, Josep Lluís Cleries, ha tenido que afrontar la realidad de que le toque anunciar y explicar los recortes que impone Economia i Coneixement.