UN FENÓMENO JUVENIL QUE NO DESAPARECE

Gonzalo volvía a Guayaquil

El ecuatoriano de 15 años asesinado estaba a punto de regresar a vivir a su país

M. N. / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Derrumbada sobre su otro hijo mayor, Jorgito, la madre del menor ecuatoriano asesinado el jueves en los aledaños de la estación de Sants esperaba ayer tarde en un banco de la comisaría de Les Corts para prestar declaración ante los Mossos que investigan quién y por qué mató a su otro hijo, Gonzalito.

El jueves recogió las notas del instituto. «Un montón de excelentes y sobresalientes traía está vez. La profesora llamó a mi cuñada para felicitarla y despedirse de ella», contaba una de las hermanas del padre de la víctima, que ayer acompañó a su cuñada en la durísima visita a la comisaría. Le tocó desmenuzar la vida de su hijo para ayudar a los investigadores.

Los familiares niegan que Gonzalo estuviera metido en bandas. Ni antes, ni ahora. Y sostienen que al pequeño le robaron la vida a puñaladas cuando un grupo de pandilleros «dominicanos» le rodearon para arrebatarle el móvil.

La investigación que lleva el grupo de homicidios en colaboración con la unidad de Grupos Juveniles Organizados trabaja sin descartar hipótesis. No será fácil. El jueves por la tarde, Gonzalo estaba acompañado de un amigo de 17 años que también resulto herido. El joven lloraba sin consuelo en las dependencias de homicidios, con la cabeza vendada tras los golpes. No pudo hacer nada por su amigo.

El joven declaró que había abandonado los Latin Kings y que junto a Gonzalo se adentraron aquella tarde con sus monopatines en territorio de la banda, el parque de la Espanya Industrial. Que los vieron y que fueron a por él para castigarle por la traición. Que pudo zafarse, pero que a Gonzalo le atraparon y pincharon sin piedad en el pecho. Perdió muchísima sangre.

Los Mossos tampoco descartan la hipótesis de un robo protagonizado por integrantes de la banda Los Menores, formada por dominicanos. Una tesis que coincide con lo que una amiga de Gonzalo contó a los familiares. Según ella, los jóvenes fueron asaltados para robarles y Gonzalo se resistió.

Como bien cuenta la familia, Gonzalo no estaba ahora en ninguna banda. Aunque algunas fuentes lo sitúan junto a los Latin Kings, de los que pudo salirse.

Lo que sí es cierto es que tras una década viviendo en Catalunya, la familia de Gonzalo, Jorgito y los padres, habían decidido regresar a Guayaquil para quedarse a vivir. El padre se marchó hace unos meses de avanzadilla. En enero, después de las fiestas de Navidad, viajaría el resto de la familia para empezar otra vez de nuevo. Gonzalo lo hará, pero muerto. Víctima de un cruel y desolador sinsentido.