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El Gobierno achaca la poca acogida de refugiados a la "complejidad" de los trámites

MANUEL VILASERÓ / MADRID

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Sólo han llegado a España el 6% de los 17.337 refugiados que nuestro país se comprometió a acoger, y de seguir el actual ritmo tardarían 19 años en llegar todos. Frente a estos inapelables datos esgrimidos por las onegés, la oposición y las administraciones que reclaman una mayor celeridad, el Gobierno responde que hace todos los esfuerzos posibles pero que “la complejidad de los procedimientos impiden ir más rápido", según un portavoz del Ministerio del Interior.

“Son trámites muy lentos y laboriosos, que dependen además de otros países, como GreciaItalia Turquía. Realizar los controles de seguridad, las revisiones médicas, lleva su tiempo. Y, a veces, cuando vas a buscar al refugiado, resulta o que ya no está en el campamento o está enfermo”, explica la citada fuente, que pone de ejemplo el grupo de 66 refugiados procedentes de Grecia, todos sirios salvo un iraquí, que han llegado la mañana de este jueves a España (25 van a Barcelona).

El grupo fue solicitado por España en octubre y no ha sido posible completar la operación hasta casi cinco meses después, destaca Interior, que rechaza la existencia de “ineficacia” o “mala gestión. “Los trámites son así de lentos y no se puede hacer mucho más”, insisten, poniendo como prueba que “al resto de países les está ocurriendo lo mismo”.

TIRÓN DE OREJAS DE LA UE

La respuesta del Gobierno les parece a las oenegés, como mínimo, insuficiente. La Comisión Española  de Ayuda al Refugiado (CEAR) no quiere entrar a discutir la cuestión de los procedimientos, al no conocerlos con detalle, pero se pregunta por qué en ese caso el Ejecutivo no cumple con su obligación de solicitar mensualmente un cupo, tal y como se había comprometido.

La Comisión Europea le ha dado recientemente a España un enérgico tirón de orejas porque lleva ya 90 días sin presentar sus cifras de compromiso mensual para el traslado de los cupos que tiene adjudicados, como se recoge en los informes séptimooctavo y noveno presentados por Bruselas sobre el estado de la situación migratoria. 

“¿Si ya saben que los trámites son tan lentos por qué no van haciendo esa petición mensual de las cuotas a la que estamos obligados para que así, entre llegada y llegada, no haya tiempos muertos?”, se pregunta Estrella Galán, secretaria general de CEAR, para quién, con estos parones, España “no muestra mucha voluntad” de agilizar los procesos.

CAPACIDAD REDUCIDA

Los acuerdos se firmaron en julio del año pasado y, desde el punto de vista de CEAR, ha habido “casi un año perdido, en el que han estado mirando para otro lado”. La raíz del problema, creen, es que España tenía un nivel de acogida de refugiados escandalosamente reducido. La Unión Europea se lo había reprochado en numerosas ocasiones.

Hasta el 2014, el sistema disponía solo de unas 800 plazas. “Se ha tenido que hacer un crecimiento exprés para alcanzar las más de 4.000 que hay ahora y que son a todas luces insuficientes” para los 17.000 refugiados que tienen que llegar. De las que puedan ofrecer comunidades autónomas o ayuntamientos, CEAR no puede responder. “Esa oferta no la hemos podido visualizar, y la que hemos visto no estaba adecuada a lo que se requiere para la acogida conforme viene recogido en las directivas europeas”, advierte su directora general.

¿Qué pasará cuando en septiembre finalice el plazo establecido para acoger a todos? El Ministerio del Interior se reafirma en su compromiso de acogerlos. Bruselas tendrá que optar entre sancionar a los incumplidores o abrir una prórroga. Habrá que confiar en que no sea de 19 años.