política hidráulica

El Gobierno central se plantea por primera vez traer agua del Ródano

La Generalitat apoya la iniciativa del ministerio, «aún en fase incipiente»

El río Ródano, a su paso por la ciudad francesa de Arles.

El río Ródano, a su paso por la ciudad francesa de Arles.

C. B.
BARCELONA

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En marzo, en una de las primeras reuniones que mantuvieron el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y el conseller de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila, se puso sobre la mesa el trasvase del Ródano. Pero no fue el responsable de la Generalitat. La propuesta vino del Gobierno central, que había recibido una propuesta para traer agua del caudaloso río francés. Vila, cuya formación política, CiU, defiende la faraónica obra desde principios de los 90, garantizó el apoyo al proyecto.

Fuentes del ministerio confirmaron a este diario que, de momento, sí se ha producido algún encuentro con empresas interesadas en el trasvase, «pero se trata aún de un asunto en fase incipiente». Lo curioso del caso es que nunca hasta ahora el Gobierno central se había mostrado favorable al proyecto hidráulico, ni bajo las siglas del PP ni del PSOE. De hecho, el Gobierno de Aznar se enfrascó en conflictos interterritoriales con heridas todavía abiertas, como el trasvase del Ebro.

SUMINISTROS ESTRATÉGICOS / Pero no se soportaba la idea de que un suministro estratégico como el agua dependiera del país vecino. Precisamente ese argumento de dependencia  -al que sumaban el gas y la electricidad- era (es) el que agradaba a CiU. Vila se reunió en mayo con una de las consultoras de ingeniería que estudia la iniciativa. Miembros del ministerio se han reunido con autoridades regionales francesas para conocer las posibilidades del proyecto. Sin embargo, el elevado coste de una infraestructura de este calado haría pensar que no es una iniciativa a corto plazo.

La sequía del 2008 volvió a sacar el trasvase del Ródano de  un cajón. La construcción y ampliación de desalinizadoras (El Prat y Tordera) permitió garantizar el suministro aunque, superada la crisis hídrica, el coste de hacer funcionar estas plantas provoca que trabajen bajo mínimos para evitar unas facturas prohibitivas. Fuentes de la Generalitat sostienen que, antes de afrontar un trasvase del Ródano que apoyan, se debería completar la interconexión de cuencas o evitar pérdidas de agua como las del canal de Urgell. El aprovechamiento del flamante Segarra-Garrigues -con tramos por completar- es otra causa pendiente en la difícil comunión de todos los intereses que tienen que ver con el agua.

Sea como fuere, el Ministerio de Medio Ambiente se lo plantea por primera vez  y la Generalitat, con una carta firmada por el conseller Vila, valida ese trasvase. Y eso que ahora sobra agua.